Decía el escritor Max Aub que Pío Baroja estaba presente en los personajes que ideaba “porque no dudó nunca de estar en posesión de la verdad”. Esa franqueza se evidencia en Manuel Alcázar, protagonista de la trilogía de La lucha por la vida en la que el autor de la Generación del 98 plasma su concepción pesimista y escéptica de la vida. La versión teatral de esta obra será uno de los platos fuertes de la próxima temporada del Teatro Arriaga, donde Ramón Barea dirigirá la adaptación realizada por José Ramón Fernández. Un elenco de actores locales dará vida al universo barojiano que plasma el submundo marginal de la metrópoli madrileña en el tránsito del siglo XIX al XX.

En palabras de Ramón Barea, el Teatro Arriaga barajaba varias opciones entre las producciones propias que quería promover y que eran susceptibles de que fueran dirigidas por él. “Algunas fallaron por un problema de derechos de autor. A veces es más complicado entenderse con la familia, con los herederos, que con el propio autor si viviera”, expone. Finalmente, fue Calixto Bieito, director artístico del Arriaga, quien afirmó: “Vamos a atrevernos con la trilogía La lucha por la vida de Pío Baroja”. La versión, producción propia del teatro bilbaino, podrá verse entre el 17 y el 26 de febrero, cuando se ofrecerán siete funciones. A partir de ahí comenzará a girar por Euskadi, lo que esperan que sea una “lanzadera” para una segunda fase en la que viajaría por el Estado.

La dramaturgia correrá a cargo de José Ramón Fernández, Premio Nacional de Literatura Dramática en 2011 por la obra La colmena científica o el café Negrín. “Está muy acostumbrado a bandearse con textos dispersos y a hacer un trasvase de literatura a teatro”, afirma Barea sobre el dramaturgo que actualmente está trabajando en el Centro de Documentación Teatral y que ha realizado varios trabajos para ellos con Ernesto Caballero. “Se replantea un tema de novela, un culebrón, para el teatro. Pero hay que darle forma, porque es imposible plasmar la cantidad de escenarios, personajes, sucesos que transcurren por la obra de Baroja”, revela Barea sobre “el juego de multiplicación” al que deberán enfrentarse.

“Si el drama en sí es bueno, yo creo que no necesita nada, ni aún siquiera de decoraciones. Una compañía de actores excelentes representando a Hamlet en camiseta, creo que haría estremecer al público”. Con estas palabras describía Pío Baroja, un autor habituado a escribir novelas dialogadas con estructura teatral, su idea sobre las artes escénicas. “Va a haber mucho teatro, pero también mucha palabra. Va a ser muy shakespeariano en ese sentido”, indica Barea sobre el montaje en el que se proponen que, aparentemente, el escenario esté “en camiseta”. Es decir, con un decorado más sugerente que abundante. “La palabra de Baroja va a tener mucha presencia y esperemos que haya una puesta en escena muy contemporánea”, expone sobre la escenografía que correrá a cargo de José Ibarrola.

En esta adaptación, los actores jugarán a los personajes, “el cuerpo y la palabra, sobre todo la palabra de Baroja”. Para ello, contarán con un elenco de intérpretes locales que, según adelanta Barea, es muy cercano al de Un viaje a ninguna parte, obra de teatro producida también por el Teatro Arriaga que ha obtenido una nominación en la última edición de los Premios MAX. Itziar Lazkano, Ione Irazabal, María Cerezuela, Alfonso Torregrosa, Mikel Losada, Anartz Puertas, Aitor Fernandino y el propio Ramón Barea son algunos de los actores que ya han confirmado su participación en la obra. Serán los encargados de dar vida a aquellos “holgazanes, pícaros, estafadores, personas laboriosas, seres desvalidos y gentes de espíritu generoso” que acompañan a Manuel Alcázar durante su periplo.

A través de tres novelas, La busca (1904), Mala hierba (1904) y Aurora roja (1905), Pío Baroja refleja su visión barojiana del movimiento anarquista en el Estado español. “Es la historia del aprendizaje de un muchacho soriano que no sabe comportarse en la vida, que tiene la tentación de la vida fácil, pasando por intentar ser un trabajador como otro cualquiera, hasta intentar la lucha política con las relaciones anarquistas”, describe Ramón Barea sobre el protagonista, un prototípico hombre fracasado empleado por el escritor para transmitir su personal pesimismo y escepticismo. “Hace un recorrido y eso es lo que le da vigencia a la obra, el hecho de que sea un viaje iniciático de un muchacho que va a Madrid desde un pueblo y las cosas que le van pasando”, añade Barea.

Producciones propias

‘Moto – Membra Jesu Nostri’. Es una escenificación del concierto compuesto por Buxtehude en 1680. Se estrena el 14 de octubre.

‘Siface: L’amor castrato’. Se trata de un concierto escenificado dirigido por Ane Pikaza que se estrenará el 2 de febrero.

‘Cain, overo Il primo omicidio’. Oratorio escenificado de Alessandro Scarlatti, admirado por los compositores barrocos. Se podrá ver el 15 de abril.

‘Orgia’. Ópera basada en la impactante obra de teatro de Pier Paolo Pasolini. Se ofrecerá los días 22 y 24 de junio de 2023.