El bosque de Oma ya tiene ubicación: afectado por la banda marrón y con sus ejemplares prácticamente llegando al final de su vida, la Diputación ha trabajado los últimos años junto a la familia del autor para buscar un nuevo emplazamiento a la obra de Agustín Ibarrola. Será una parcela contigua al actual, el monte Basobarri, y las previsiones son que pueda visitarse el próximo verano, con los conjuntos más conocidos.

"Hoy celebramos que tenemos una solución ideal, redonda: el bosque pintado de Oma recupera la vida, su futuro. La Diputación Foral de Bizkaia ha adquirido un nuevo bosque para la obra de Ibarrola pegado al actual", se ha felicitado este viernes el diputado general, Unai Rementeria, al presentar la nueva ubicación junto al hijo del artista, José Ibarrola.

El monte Basobarri, un terreno de trece hectáreas, es, en palabras de Rementeria, "un lienzo perfecto para mantener lo sustancial, la esencia del bosque pintado, el mensaje de Agustín. Cambian los árboles, sí, pero no cambia el arte ni la magia de Ibarrola y su lenguaje, ni la complicidad con el entorno, ni la profunda conexión con San Miguel de Ereñozar y Santimamiñe, con nuestro pasado y nuestro presente. Insisto: cambia el lienzo pero no la obra. Y creo que eso es lo más importante. El bosque pintado seguirá vivo. El valle de Oma seguirá siendo un referente cultural".

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