Amparanoia, grupo referente en la fusión y mestizaje, acerca a Getxo Folk este viernes, a Muxikebarri, su disco Himnopsis colectiva (Mamita Records), junto a sus éxitos. Serán ocho músicos en escena, con su compositora, cantante y líder al frente, Amparo Sánchez, que anuncia un recital "para bailar y reflexionar, un subidón de energía y una explosión de baile, canto y conexión".

Seguiré caminando se llamaba el último disco (en vivo) que grabó Amparanoia, en 2007, antes de su disolución. Tras varios años en solitario, Amparo aprovechó el vigésimo aniversario de la banda para organizar una gira y editar El coro de mi gente, en 2017, con apoyo de Manu Chao, DePedro, Macaco y La Pegatina, entre otros. "Su cariño y el del público, así como la emoción al tocar las canciones me hicieron recuperar el grupo. La idea se alargó dos años y en 2019 ya supe que quería un nuevo álbum", recuerda la granadina.

El resultado es Himnopsis colectiva, editado el 1 de enero de 2021 y parado varios meses por la pandemia. En él canciones como Mi genética, Ahora o La despedida, como la mayoría del grupo, "nos invitan a bailar, pero también a reflexionar y a disfrutar", indica. "Es para que lo baile todo el mundo, así es la música popular, que te conecta sin importar la edad, el origen o el idioma. He recorrido el mundo y esa respuesta a la alegría en forma de música no deja de sorprenderme en países que no hablan mi lengua. Su energía lo traspasa todo, de ahí su gran poder", prosigue.

Defensora de la fusión, algo que "la música ha hecho siempre, mezclarse, cruzarse y encontrarse con nuestra raíz, cultura y esencia", Amparo se sirve de la cumbia, el western, el rock fronterizo, el reggae, la electrónica y los ritmos latinos para edificar canciones positivas sobre la importancia de vivir el presente, la ecología, el deseo, el feminismo y la familia. "Nos ayudan a salir de esta hipnosis colectiva. Es vivir con un propósito, mirar las cosas sencillas, sentirte parte de la familia y de movimientos que cambian el mundo con pequeñas acciones. Se invita a reflexionar para vivir esta experiencia de la manera más plena y alegre posible", explica.

Alegría y feminismo

"El ritmo es alegría", canta Amparo. "La música y el ritmo tienen ese poder. Nos transmiten alegría, nos traen al presente, nuestro cuerpo se expresa, nos sentimos unidos, nos emocionamos. Es alimento para el alma, el cuerpo y la mente", razona la granadina, que alaba el poder sanador de la música. "Tenemos una banda sonora que nos acompaña en nuestra vida y está demostrado en personas con alzheimer que la música, las letras y las voces de nuestros cantantes favoritos no se olvidan", indica.

La cantante, que acude a Getxo con una banda de ocho miembros, la mayoría mujeres, reconoce la aportación personal que le ha supuesto escribir el libro La niña y el lobo, en la que contaba los malos tratos sufridos por su expareja. Va por su tercera edición y ha grabado, incluso, su banda sonora. "Fue una terapia maravillosa y dolorosa, por igual. Gente de mi entorno no sabía que había pasado por ello", explica. "Sigue habiendo muchos lobos y hay mucho trabajo por hacer, cada una desde donde pueda, para eliminar definitivamente la violencia contra las mujeres en todas sus formas. Y mucha educación, cultura, sensibilización y compromiso", apostilla.

"Siento una sensibilidad respecto a la visibilidad de la mujer. Hay que ver los avances aunque sean pasitos. En la banda somos mayoría de mujeres, era algo que deseaba desde hace mucho. Cuando empecé a cantar, me preguntaba dónde estaban las mujeres. Quería mostrar en escena que nosotras estamos ahí y que podemos servir de inspiración y referencia para que otras hagan lo que quieran hacer", concluye la vocalista.