LA tradición iconográfica vasca tiene influencias celtas, mientras que la tipográfica tiene rasgos latinos. Así lo explicó el director del Museo Diocesano y crítico de arte del Grupo Noticias, Edorta Kortadi, en la presentación del libro Euskal Grafia de Tomás Hernández Mendizabal, publicado por la editorial Erein.
Con esta obra y partiendo de la tradición iconográfica y geométrica, Hernández Mendizabal ha recopilado 150 de sus dibujos pintados con tinta china en un libro que abarca su obra desde 1966 hasta este mismo año. El prolífico artista, cartelista y diseñador gráfico donostiarra recordó ayer en Donostia que comenzó a dibujar desde bien pequeño. En su adolescencia, entre los doce y trece años, tras visitar el Museo de San Telmo, quedó impresionado por las estelas funerarias y las piedras grabadas. Se impregnó de sus formas y motivos. Además de los dos maestros que le enseñaron a pintar y a dibujar, el cartelista afirmó que “la naturaleza” también le enseñó mucho, como a “interpretar” lo que ve. “Hice el primer dibujo en el año 1966 y lo guardé como un tesoro”, comentó Hernández Mendizabal. Desde sus inicios hasta hoy ha creado hasta 300 de este tipo, que son los que entregó a la editorial Erein. Con ayuda de Kortadi se han seleccionado los que mejor reflejan la “tradición” vasca. El autor aseguró que continuará trabajando con ilusión, como hasta ahora.
Según apuntó el crítico, en el arte iconográfico vasco ha habido poca innovación, dado que durante la historia se han ido repitiendo sus expresiones en distintos soportes, como las ya citadas, las tradicionales kutxas de madera, las argizaiolas o los distintos ropajes que componen un ajuar. Partiendo de la acumulación de dichos motivos, Hernández Mendizabal desarrolla su trabajo, no para repetir o copiar sino para crear e impulsar nuevas formas y hacer su aportación al arte iconográfico vasco.