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The Cars, el ‘motor’ engrasado de la new wave

Prosigue la reedición ampliada de la discografía del grupo de Rick Ocasek, que coincide con su entrada en el Rock and Roll Hall of Fame

The Cars, el ‘motor’ engrasado de la new wave

the Cars acaban de entrar a formar parte del Rock and Roll Hall of Fame, junto a pioneras como Sister Rosetta Tharpe (fallecida en 1973) y bandas icónicas como Dire Straits y Bon Jovi. El grupo estadounidense, liderado por el cantante y también productor Rick Ocasek, reinó en las listas de éxitos mundiales en el tránsito de los años 70 a los 80 como adalidad de la nueva ola. Su discografía, con curiosidades e inéditos, sigue reeditándose.

Ocasek y sus secuaces, del colíder y también vocalista Benjamin Orr a Greg Hawkes, Elliot Easton y David Robinson, se forraron entre finales de los años 70 y la primera mitad de la década de los años 80 con cinco discos (firmaron alguno más, uno en 2011, Move like this, tras reunificarse) que acotaron aquello que se llamó nueva ola, cruzado con el power pop y cuyo maridaje dejó una ristra de clásicos plagados de estribillos pegajosos, magníficas armonías vocales y la mezcla de guitarras eléctricas y teclados pizpiretos.

Nada menos que 23 millones de discos vendieron The Cars, cuyas portadas, firmadas por su batería, Robinson, son iconos de su época. Varias décadas después de su mejor momento creativo y comercial se reconoce desde el Hall of Fame su contribución a la música popular a través de “una combinación perfecta de rock clásico y new wave” que impedía que “se pudiera dejar de cantar sus canciones”. También se alaba “el magnetismo y los arreglos intelectuales” de un grupo que acabó conquistando al gran público.

Antología de grandes éxitos El grupo dispone de una antología de grandes éxitos con 20 canciones que resulta ideal para escudriñar sus mejores y más conocidos logros e, incluso, una caja con toda su discografía. Eso sí, el fan completista sigue muy atento a la política de reediciones que Warner (a través del subsello Elektra) está realizando de su discografía, iniciada con su debut homónimo, The Cars, que incluía un trío infalible formado por Good times roll, primero de sus ejercicios de estilo, todo frescura, accesibilidad y calidad; My best friend’s girl, con sus palmas inolvidables, y Just what I needed.

Frescura Después llegaron las reediciones, con inéditos, de Candy O (el disco de Let’s go) y Panorama, algo más experimental pero que también fue un éxito gracias a Touch and go (con su guiño country), Up and down y Gimme some slack. Y hace unos días se han publicado ediciones ampliadas de su cuarto y quinto discos.

Shake it up, que salió a la venta originalmente en 1981, volvió a dar en la diana porque sonaba tan fresco como en los inicios del quinteto. Contiene la canción que le da título, que se colocó en los primeros puestos de las listas al cumplir con todas las bondades del estilo que les había encumbrado, además de un juguetón teclado ochentero, tanto como el de Think it over. El álbum incorpora ejercicios rockistas como Cruiser y electrónicos como This could be love, además de piezas lentas como I’m not the one y Victim of love.

Tras un descanso de tres años, con Ocasek ya embarcado en labores como productor que le hicieron colaborar a lo largo de los años con Suicide, Weezer, Nada Surf o No Doubt, en 1984 publicaron Heartbeat City, otro disco con singles frescos e irrefutables como Hello again, que convivía con la ampulosa y casi sinfónica Magic, el baladón azucarado Drive o el imparable You might think, perfecto en su mezcla de armonía pop, soporte sintético y guitarrazos, y con el que ganaron un premio MTV. Llegaron a colocar hasta cinco temas en el Top 40. Estos dos últimos discos se acaban de reeditar con algún inédito, caras B y maquetas.