EL compositor, guitarristay cantante José IgnacioLapido es uno de los máslongevos músicos de culto del Estadoespañol o, lo que es lo mismo,de los que, a pesar de su incuestionablevalía, suele predicar en eldesierto. El andaluz ofrecerá mañanaen la Sala BBK su último disco,El alma dormida (Pentatonia), conel apoyo de Walk on Project.Lapido ha vuelto a las audienciasescasas pero convencidasque le siguen desde que inició sucarrera en solitario, en 1999, conLadridos de perro mágico. Y lohace tras la exitosa gira de reunificaciónde 091, el grupo que ledio a conocer en los 90 y cuyoregreso llenó salas como Santana27 en 2016. Llega con magníficasy antiguas canciones (En elángulo muerto, En medio de ningúnlado y Un día de perros sonsolo algunas) y las nuevas de Elalma dormida.
Este octavo disco, que extrae sutítulo del primer verso de lasCoplas a la muerte de su padre,de Jorge Manrique, es el queLapido más ha compartido consu banda. Editado por su propiosello, ahonda en ese rock de autor(electro-acústico), clásico perocon una personalidad acusada(“todo artista que se precie aspiraa tener una voz creativa propia”,defiende) que combina conacierto medios tiempos, baladasy piezas eléctricas que van delrock al swing, country o soul.
DESENCANTO Y LIBERTAD Sus trabajadasletras, tan certeras yemocionantes como las melodíasluminosas de temas como Dinosaurios,que incluye guiños aDylan, Atapuerca y The Troggs, siguen las constantes de su obra:el paso del tiempo y las pérdidasque acarrea, el desencanto, el costede vivir, los cuentos sin finalfeliz, los juegos de poder y personajesanclados en el purgatorio.Esos que creen que “el tiempo noconcede treguas” y que han perdidolas gafas “para ver el lado bueno”.Lapido sigue predicando “enel desierto”, picando piedra de sola sol, pero satisfecho y sin renunciar a su libertad para crear.