BILBAO - Nunca han tenido un gran éxito comercial en más de medio siglo de deslumbrante carrera, pero los estadounidenses The Flamin’ Groovies son uno de los mejores grupos de rock de la historia gracias a clásicos como Slow death, Shake some action y Teenage head. El cuarteto, con Cyril Jordan y Chris Wilson al frente, actúa hoy en el Kafe Antzokia de Bilbao.
Hay que remontarse a mediados de los años 60 del siglo pasado para relatar el nacimiento del grupo, impulsado por el guitarrista y cantante Cyril Jordan, un apasionado de Chuck Berry, The Beach Boys y The Beatles. Con el bajista George Alexander y el guitarrista y cantante Roy Loney, Jordan lideró su primera formación en una época en la que en San Francisco, su ciudad natal, los grupos alucinaban con la psicodelia.
The Flamin’ Groovies optaron por la fusión del rock’n’roll y el r&blues de su país con el beat y el pop británico de la época. Ahí surgieron muchos de sus clásicos, a los que se sumaron piezas de robusto power pop en los 70 incluidas en discos también legendarios como Shake some action, Flamin’ Groovies now y Jumpin’ in the night.
Los múltiples cambios de formación de las últimas décadas, con Chris Wilson yendo y viniendo, no han evitado que la banda haya vuelto a la carretera ante la pasión de sus seguidores. Su gira de 2017 recala hoy en el Kafe Antzokia, con una formación que Jordan y Wilson completan con Chris Von Sneidern (bajista y músico de culto en San Francisco) y Tony Sales (batería e hijo de un miembro de Tin Machine).
disco nuevo El grupo, que suele repasar siempre en sus actuaciones Shake some action, Slow death y Teenage head, adelantará canciones de su inminente disco nuevo, Fantastic plastic, que se editará a finales de mes y que, aludiendo a su nombre, sugiere un contenido fantástico tras la escucha de dos de sus temas, ambos ligados a la electricidad y la actualidad: What the hell’s goin’ on (con ecos de John Mellencamp y los Stones más r&b) y el rockero End of the world. Es su primer disco desde 1979. - Andrés Portero