bilbao - El Ayuntamiento de Bilbao convocó una oferta pública de empleo para asumir la dirección de Zinebi tras la jubilación de Ernesto del Río. La escogida ha sido Vanesa Fernández Guerra (Durango, 1980), licenciada en Comunicación Audiovisual y especialista en Documental y Escritura Audiovisual, que comenzará su andadura como directora a partir del próximo mes de enero. Será la primera vez que una mujer encabece este certamen, que con más de medio siglo de vida es el más antiguo del Estado y de Europa en su género.
¿Qué le animó a presentarse al cargo de directora de Zinebi?
-Nos presentamos varios candidatos y había tres fases diferentes. Debíamos pasar una fase preliminar, en la que se tenían en cuenta requisitos indispensables, como la formación o los idiomas. Después, valoraron nuestro curriculum y trayectoria, y por último presentamos un proyecto de festival. El proceso finalizó con una entrevista personal. Tenía claro que quería estar en Zinebi porque los últimos años he estado colaborando en él, bien en el comité de la selección de los cortometrajes, o bien programando los largometrajes, y esto era dar un paso más en mi trayectoria profesional.
¿En qué consistió el proyecto que presentó para el festival?
-Yo seré directora en 2018, ya que todavía en la próxima edición estará Ernesto del Río al frente. No quiero adelantar todavía mucho de lo que tengo previsto, pero por un lado tengo muy presente que cojo el testigo del actual director, que lleva casi 18 años en el cargo. Para mí Zinebi tiene que ser un festival abierto, en el que converjan nuevas miradas y voces, y cuyos planteamientos deben ser muy sugerentes y atrevidos. En un lugar como Bilbao, esta cita tiene que ser una oportunidad única para disfrutar del mejor cine contemporáneo de la ciudad y de trabajos actuales con una variedad de tendencias creativas y de estilos formales y estéticos novedosos. Esa es la clave, y a partir de ahí iré conformando diferentes secciones del festival.
¿Zinebi debe ser una plataforma especialmente para los cineastas vascos?
-Claro, en las ediciones de los últimos años el propio Zinebi impulsó proyectos como Errautsak (2014), Distantziak (2015), y en 2016 Nosotras, mujeres de Euskalduna, que han sido realizados con gente joven y emergente vasca. Ese es el camino que Zinebi debe seguir, porque un festival internacional no tiene que dar la espalda a la ciudad, sino que tiene que sumergir a los creadores vascos dentro de su programación.
Este evento, dedicado al cortometraje, se concibió como el hermano menor del Zinemaldia pero, ¿cree que ya ha ganado protagonismo?
-Sin duda, no es que Zinebi sea el hermano menor, es que es otro tipo de festival. Para empezar está centrado en el cortometraje, aunque es cierto que luego se ha ido expandiendo. Recordemos que el pasado año, en aras de ampliarlo, se inauguró la sección Zinebi First Film, a la que personalmente le tengo mucho cariño. Se trata de un apartado competitivo dedicado a óperas primas, y para su apertura trajimos los primeros largometrajes, los que creíamos más sugerentes de todo el circuito internacional. Se trata de una apuesta para los futuros directores y una sección muy ambiciosa.
Habla de apuestas sugerentes, ¿el festival debe arriesgar?
-El riesgo no es nada negativo a priori, y un festival tiene que tener las propuestas que normalmente en un cine convencional no se ven. Por eso para mí tiene que presentar nuevas miradas y voces.
Es la primera mujer en dirigir este certamen, ¿cree que ha aumentado la presencia femenina en este sector en los últimos años?
-En el séptimo arte cada vez tenemos mas mujeres cineastas, cuyo talento se esta reconociendo en los festivales más importantes del mundo. También hay más programadoras, yo misma en los últimos años. Como todo, necesita su tiempo, pero poco a poco van emergiendo esas figuras, y estoy contenta como mujer de ser directora de un festival. No creo que vaya a aportar a Zinebi un sello de cine y mujer por ello, sino que aportaré la línea con la que yo quiero trabajar.
Zinebi recibe más de 5.000 inscripciones de 90 países.
-Está muy expandido y cuenta con un reconocimiento internacional muy interesante, porque además de todas las películas que se reciben, nosotros también vamos en busca de los mejores cortometrajes, largometrajes y óperas primas, de modo que se produce un intercambio.
Ernesto del Río ha estado al frente 18 años, ¿qué legado ha dejado en Zinebi?
-Cuando Ernesto empezó, el año 2000, coincidió con el auge del cine digital y el documental. Él supo recoger todas esas creaciones contemporáneas e introducirlas en la programación, y eso es algo que yo recojo como testigo y en lo que yo quiero seguir trabajando.
¿Hay algo que quiera cambiar cuando asuma la dirección?
-Mi primera edición como directora será en 2018, por lo que todavía falta algo de tiempo. A priori, quiero continuar con todo lo que hemos emprendido con los creadores vascos. Lo quiero mantener y creo que Zinebi tiene que ser un punto de encuentro a nivel mundial, y anhelo posicionar a esta cita en el recorrido de festivales internacionales más prestigiosos. Asumo el cargo con mucha ilusión y ganas, porque aquí se trabaja durante todo el año para que el mejor cine de todo el mundo llegue a Bilbao.
Colabora en Zinebi desde hace años como miembro del comité de selección de los cortometrajes, ¿es una ventaja a la hora de ponerse al frente?
-Sí, porque conoces un poco cómo funciona el festival, pero tampoco es una posición del todo acomodada, porque no es lo mismo ser colaboradora o programadora que dirigir. He participado también en otros festivales y he coordinado Territorios y Fronteras durante 8 años en Bilbao, que es el encuentro que realizamos todos los meses de junio en BilbaoArte, y que congrega a directores, críticos y programadores de todo el Estado. He tenido vinculación con el mundo del cine desde siempre.
Hasta ahora ha coordinado el Grado en Comunicación Audiovisual en la UPV/EHU, ¿continuará haciéndolo?
-La docencia es un ámbito que siempre me ha interesado, la transmisión de conocimiento del cine en este caso es algo que me ha apasionado siempre. Pero ser directora requiere una completa dedicación.
Ernesto del Río ha dirigido largometrajes, ¿se lo ha planteado usted también?
-No, nunca me he considerado directora de cine y no me he planteado hacer una película. Lo que yo quiero es, siguiendo la tendencia de los últimos años de , impulsar que los directores jóvenes emergentes vascos sigan creando y que este festival sea su lugar.