Joaquín Sabina, ni tan puro ni tan ruin
El veterano cantante, que ofrecerá en octubre dos conciertos en el BEC, edita su nuevo trabajo, ‘Lo niego todo’, con ayuda de Leiva y el escritor Benjamín Prado
SABINA ha tirado una moneda al aire y ha salido? de canto. Se llama Lo niego todo (Sony), su 18º disco, en el que comparte sus atrayentes letras con el escritor Benjamín Prado y las músicas con Leiva en un intento por aportar aire fresco a un estilo tan longevo como radicalmente personal. Se queda a medias, picoteando de estilos (rock, ranchera, reggae, rumba?) y mirando demasiado al arquetipo de su personaje, un antiguo poeta del vicio que se niega a sí mismo y se muestra feliz de “vivir para cantarlo”. Con entusiasmo y renovado. Así se muestra Sabina ante Lo niego todo, un disco necesario para un creador icónico de la canción de autor en español (allende los mares, incluso), que, últimamente, vivía de las rentas y de las giras con Serrat (principalmente), Miguel Ríos, Víctor Manuel y Ana Belén. Urgía un disco nuevo tras los ya lejanos Alivio de luto y Vinagre y rosas, ambos muy lejos en resultados de 19 días y 500 noches, quizás su obra maestra, que acumula ya casi dos décadas.
“A mis musas les habían salido varices y les olía ya el aliento”, ha reconocido. Por ello, al ya habitual apoyo en la escritura de Prado ha sumado los aires frescos de Leiva a la composición, voz y guitarras. “Voy a juntarme con un jovenzuelo que me gusta mucho, a ver si renovamos un poco el aire”, explicó. Leiva, que ya le puso música a Tiramisú de limón, incluida en su disco anterior, releva en los mandos a Pancho Varona y Antonio Gª de Diego, sus productores desde Física y química.
Y lo ha conseguido? en parte. El sonido y la producción suenan más frescos y aireados, con bonitos detalles de raíces USA y un buen tino armónico y melódico en algunos estribillos de querencia pop. Eso sí, nada sorprende y todo suena a Sabina, a conocido, con incursiones diversas en terrenos embarrados de rock, rancheras, baladas, reggae, rumba?
Y en las letras, con Prado, se luce, como siempre, pletórico aunque se mire demasiado al ombligo (a él mismo y a su reconocible caterva de personajes icónicos) y no logre desmontar el mito aunque ahora se defina cursi, amigo de literatos y alejado de los bares que le servían de oficina tras aquella extremaunción en forma de ictus. Canta “dejé de hacerme selfis a mi ombligo”, pero no se lo cree ni él, ya que, como reconoce, “lo niego todo, incluso la verdad”. El disco lo presentará en el BEC de Barakaldo los días 7 y 8 de octubre. En el nuevo disco de Sabina pueden encontrarse canciones con un aire renovado.
‘quien más, quien menos’ Sabina sigue un camino polvoriento de USA, con guiño a la Americana, junto al Leiva de Aviones, Joserra Senperena al piano y el dobro de Carlos Raya. Con los coros Olga Román, cita a 19 días y 500 noches, y a su pasado crápula: “cambió la familia por dos mulatas de culo obsceno”, “aposté contra mí en la ruleta rusa de los casinos”.
‘no tan deprisa’ Tributo a J. J. Cale. Gª de Diego aporta lo suyo al trote rítmico y Raya corona con su pedal steel. “Cose mi estrella en la bandera del desertor? borra mi jeta de la receta del ganador”.
‘lo niego todo’ Gran medio tiempo con piano de Senperena en el trata de desmontar el mito. “Ni ángel con alas negras ni profeta del vicio”, inicia. “Ni el cantante de orquesta ni el Dylan español”, prosigue, con cita expresa a su héroe y Hacienda (“me ha robado el mes de abril”). Y por negarlo todo, lo hace incluso “con la verdad”.
‘posdata’ Música y guitarra de Ariel Rot, desamor a ritmo de ranchera y tex-mex.
‘lágrimas de mármol’ Leiva aporta guitarras y línea melódica en este rock fresco. Asunción del paso del tiempo pero feliz de poder “vivir para cantarlo”. “El tren de ayer se aleja, el tiempo pasa/la vida ya no es tan mía”.
‘leningrado’ Balada soul. Otra mirada al ombligo: labios de ocasión, pensiones sórdidas, bohemia, gabardinas, revolución con talón de Aquiles?
‘canción de primavera’ Balada con música de Pablo Milanés. “Conseguí llegar a viejo verde mendigando amor/¿qué esperabas de un pendejo como yo?”, canta.
‘sin pena ni gloria’ Guitarras rock y más paso del tiempo: “el presente agoniza con infame pedigrí y al pasado el porvenir lo mira con ojeriza”.
‘las noches de domingo acaban mal’ “Alguna vez me recuerdo a alguien”, canta. Aquí, a los Stones. Ideal para el directo. “Si me remuerde la conciencia le pongo un bozal”, se jacta.
‘¿qué estoy haciendo aquí’ Reggae con referencia a Marley. Bronca, alcohol, gritos y desatinos del corazón? Con Leiva, es una crónica sobre callejones sin salida.
‘churumbelas’ La rumba obligada y castiza, con citas a grandes del flamenco, Obama, el Atleti y Lavapiés.
‘por delicadeza’ Él y Leiva, casi a pelo, comparten micro en una balada arquetípico. “Aquí sigo estando, ya lo ves, salvado por la campana? ni tan puro ni tan ruin”.