De marcha por el ‘pulmón verde’ de Barakaldo
El Regato-Errekatxo, que mantiene su aspecto rural, sus pantanos y el río Castaños serán escenarios de la carrera que tendrá lugar el domingo
eL Regato, Erretxako en euskera desde hace un lustro tras el trabajo de investigación realizado por la asociación vecinal del barrio, sigue siendo el pulmón de Barakaldo. Zona eminentemente rural y utilizada como esparcimiento por los habitantes de Ezkerraldea, conserva su riqueza paisajística y ofrece tranquilidad en su ruta de los pantanos y entre la belleza de los bosques del entorno del río Castaños. Además, este domingo, con la colaboración de DEIA, se celebra la IV Marcha-Carrera Senderos de El Regato.
Esta marcha, que se puede realizar caminando o corriendo, puede ser un motivo para acercarse nuevamente a este barrio de Barakaldo que mantiene las características paisajísticas de Enkarterri (frente a la urbe industrial) y cuya primera referencia escrita (Mesperuça de Varacaldo) procede del siglo VIII. La cita del domingo (inscripciones en events@eventseuskalpress.es. 12 euros) tendrá salida y meta en el restaurante Erreka-Alde: a las 10.00 horas, los caminantes; 30 minutos después, los corredores. El recorrido será de 15 kilómetros, con una altitud máxima de 424 metros. Habrá avituallamiento, vestuarios, duchas y comida para los participantes.
El Regato-Errekatxo está alejado cuatro kilómetros de la urbe barakaldarra y su entorno es utilizado secularmente como esparcimiento por los vecinos fabriles. Conocido como el pulmón verde de un pueblo históricamente industrial, se acuna entre las cumbres de los montes Argalario y Mendibil a un lado, y Arroletza, Sasiburi, Peñas Blancas y Apuko, al otro. Pueblo todavía ligado al trabajo rural, antaño vivió de la ganadería, el carbón, la ferrería y la minería. En estos últimos casos, en barrios abandonados como Burzako, al igual que en Peñas Blancas, sobreviven restos de afloramientos calizos y un paisaje kárstico.
Las rutas obligadas son las que recorren el río Castaños, con coníferas, alisos, sauces y pistas, y la de los pantanos, el de Etxeberria y el de Gorostitza, entre bosques de nuevas plantaciones.