bilbao - Josune Ariztondo ha vivido Musika-Musika como diputada de Cultura y como aficionada, ya que siempre ha intentando asistir a todos los conciertos que le permitía su cargo. Este año, le toca conocerlo desde “sus entrañas”. La nueva directora de la Fundación Bilbao 700 lleva meses confeccionando un programa musical de primer nivel, que convertirá a Bilbao en cita imprescindible de la música clásica.
El festival, patrocinado por el Ayuntamiento de Bilbao, trae importantes novedades, como acercar la música a todos los rincones de la ciudad, una mayor apuesta por los valores emergentes vascos y nuevas actividades como un ciclo de conferencias y una mesa redonda porque “Musika-Música es mucho más que conciertos”.
Con su incorporación a la Fundación Bilbao 700, ¿llegan nuevos aires a Musika-Música?
-Sería un error no valorar aquello que funciona; cuando me incorporé a la Fundación me encontré con un festival musical, dirigido por Begoña Salinas, que funcionaba muy bien. Pero, hay que seguir dando pasos. La creación de Bilbao 700 fue un paso importante, lo ha sido también Musika-Música, año tras año. Y ahora, hemos querido dar uno más, acercando la música a la calle, con el programa Auzoz auzo, llevando la música llamada clásica o de tradición escrita, como también se le suele denominar, a los barrios de Bilbao.
¿Los conciertos en la calle están teniendo buena acogida?
-Estamos muy satisfechos de cómo están resultando. El pasado fin de semana estuvimos en el mercado de la Ribera y en el parque Ametzola. El jueves, en la Universidad de Deusto y en Ibarrekolanda; el viernes, en Harrobia, hoy estaremos en el hospital de Basurto y mañana en la plaza El Karmelo. Como dije en la presentación de esta edición, el objetivo de estos conciertos es promover la convivencia y la cohesión social, así como conseguir que la gente disfrute de la música. Queremos un festival de calidad, que fomente la cultura como lenguaje universal, y sea punto de encuentro entre intérpretes internacionalmente reconocidos y los valores emergentes del país, que acerque la música clásica a aficionados y curiosos, que fomente el debate entre profesionales...
Aunque suene a tópico, ¿Musika- Música sitúa a Bilbao en capital musical europea?
-Organizar un evento como este es muy trabajoso. Sin terminar una edición, hay que empezar a pensar en la siguiente. A excepción de Nantes, no hay apenas ciudades que ofrezcan una concentración de 75 conciertos con más de 700 músicos en solo tres días, 4, 5 y 6 de marzo. Y a precios populares, (6, 8 y 10 euros), con oportunidad de ver conciertos gratuitos con esas entradas, porque tenemos veinte conservatorios que van a ofrecer treinta conciertos simultáneamente a lo que se ofrece en las salas de Euskalduna. Y, además, sin contar con los conciertos que hemos llevado a la calle. Musika-Música crea afición, consigue que muchos pierdan ese mal entendido respeto a la música que llamamos clásica. El público disfruta, participa, que es lo que hace que una programación cultural se consolide y tenga éxito. Al final, es el que tiene la última palabra.
En esta nueva edición, hay una gran representación de músicos vascos...
-Vamos a intentar demostrar que no hace falta tener éxito fuera para que te reconozcan dentro. Tenemos talentos en nuestro país, y vamos a contar con ellos. Este es otro de los nuevos pasos que queremos dar. Los grandes gurús de la música están muy bien, son referencia, y hay que conocerlos y disfrutar con ellos, pero también hay que tener en cuenta (y mucho) a la gente del país. No en vano tenemos buenos conservatorios, una escuela superior de música, dos orquestas...
¿Y cómo va la venta de entradas?
-Ya no hay entradas para bastantes conciertos, incluso para algunos del auditorio, que tiene 1.800 butacas. Por primera vez este año van a ser numeradas en el auditorio; quizás el año que viene también ampliaremos esta iniciativa a alguna otra sala. Curiosamente, nos hemos dado cuenta de que ha atraído a más gente; van a venir más tranquilos con una entrada numerada.
Cada espectador se elaborará su propia ruta musical. ¿Cuál es la de Josune Ariztondo?
-Mi miedo es no poder ir a todos los conciertos que pretendo. Estoy acudiendo a los que puedo de calle, iré a las conferencias, a algunas de las actividades dirigidas a los chavales; he trabajado en la enseñanza y esa vocación todavía me tira mucho. Voy a estar en las conferencias y, por supuesto, voy a asistir al concierto inaugural, con la Sinfónica de Bilbao, el coro Easo y la Coral de Bilbao, dos corales importantísimas de nuestro país. Seguiré con el concierto de la Sinfónica de Euskadi y luego acudiré a todo lo que pueda.
¿Y cuáles recomendaría a los que se están iniciando en la música clásica?
-Si no tienen mucha costumbre de escucharla, les aconsejaría que asistieran a sesiones cortas, hay muchísimo donde escoger. Y que no se pierdan a artistas de aquí como la soprano Olatz Saitua, la pianista Judith Jauregi... Les recomendaría nuestras dos orquestas. Además, las que vienen son muy buenas, la de Granada, la de Asturias, la de Galicia, Les Dissonances... Que escuchen a Asier Polo al violoncello, a Miguel Ituarte al piano... Hay una gran oferta para elegir, es muy difícil hacer una selección.
Insiste en que Musika-Música es, además, mucho más que conciertos...
-Tiene también una importante labor pedagógica y divulgativa. Se va a celebrar un taller didáctico musical dirigido al alumnado del Segundo y Tercer ciclo de Enseñanza Primaria, con el objetivo de fomentar la música entre los chavales de 8 a 12 años. Ya hay apuntados más de 1.000. Además, los días 2, 3 y 6 de marzo se van a celebrar conferencias en Euskalduna a cargo de expertos vascos como Mercedes Albaina, Isabel Urrutia, Andoni Mercero, Borja Pujol o Asier Vallejo. El objetivo es que el público conozca de primera mano lo que hay detrás de un programa de música, lo que hay detrás de una obra cuando la vemos interpretar sentados en una butaca. Yo recomendaría mucho al público que acudiera a las conferencias, que son gratuitas. Se viven los conciertos con mucha más intensidad. También recomendaría una vuelta, entre concierto y concierto, por los de los conservatorios. Los chavales tocan de maravilla, meten muchas horas estudiando y les da mucha moral que la gente vaya a verles.
Musika-Música es una de las actividades importantes de Bilbao 700, pero no la única. ¿Va a haber también novedades en el resto de las iniciativas de la Fundación?
-Estamos trabajando en los demás proyectos y más adelante daremos buena cuenta de ellos. Pero ahora, vamos a concentrarnos en Musika-Música, en esta edición en la que tenemos mucha ilusión.