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El éxito de '8 apellidos vascos' salpica a ETB

En calidad de productora asociada de la película, la televisión pública vasca incrementará sus ganancias por los derechos de explotación del éxito del año.

El éxito de '8 apellidos vascos' salpica a ETBJavi Colmenero

EL estreno de 8 apellidos vascos ha potenciado un debate en las redes sociales y los medios tradicionales sobre lo que vemos y las producciones vascas que nos gustaría ver o apoyar. La realidad es que el filme está siendo un auténtico éxito y el mejor estreno del año. Desde ETB miran con interés el extraordinario fenómeno de la película, algo inaudito entre los títulos que ha coproducido hasta ahora. Uno de sus últimos logros había sido La herida, que se proyectó en la Sección Oficial del Zinemaldia, pero lejos del impacto mediático y comercial de 8 apellidos vascos.

ETB se llevará un porcentaje sobre los derechos de explotación una vez que se hayan cubierto los costes. Por tanto, desde el departamento de Producción de ETB no quieren reproducir el "cuento de la lechera". Quedan muchos costes por descontar y deben repartir las ganancias entre muchos. Sin embargo, la televisión pública vasca se llevaría el 11% de los beneficios de la película.

"Cuando recibimos el proyecto, valoramos que fuera una empresa de producción vasca, que los guionistas fueran vascos y que el rodaje se fuera a realizar mayoritariamente aquí. Iba a tener tanto actores como técnicos locales", recalca Aintzane Pérez de Palomar, del departamento de Producción de ETB. Obviamente, vieron suficiente potencial para ser emitido en "una franja de televisión de consumo alto con muchas posibilidades de obtener buenos resultados". Intuyeron su potencial comercial, pero no llegaron a imaginar la respuesta que ha tenido.

industria cultural ETB ha apoyado, en total, 34 largometrajes durante 2012 y 2013. El objetivo de ETB es "favorecer la producción del cine en euskera, fomentar la producción audiovisual vasca y contribuir con ello a fortalecer esta importante industria cultural", relata Aintzane Pérez de Palomar. Añade que "las decisiones se toman atendiendo a criterios de calidad artística, interés industrial, alcance internacional, relevancia social y cultural o interés televisivo".

Las televisiones públicas tienen por ley la obligación de invertir el 6% de los ingresos en producciones audiovisuales de unos determinados géneros. El 75% de la cifra tiene que estar destinada al cine y el 25% restante se reparte entre otros géneros: las series de televisión, las miniseries, los documentales y las películas para televisión. "Creo sinceramente que los proyectos se defienden solos si cuentan con un guión sólido y hay detrás un equipo competente. Después, es natural que entre en juego la subjetividad, pero creo que hemos puesto en marcha los mecanismos necesarios para evitarlo en la medida de lo posible", reflexiona. Cuentan con tres analistas de guión, dos internos y uno externo; y en la comisión de proyectos participan seis personas de distintos departamentos de la cadena, así que cuentan con nueve valoraciones a la hora de tomar decisiones.

Asimismo, cada vez es más habitual que los impulsores del proyecto presenten un avance de la película o del producto televisivo. "Aportan el concepto visual y ayudan a entender mucho mejor el proyecto. Estoy recordando el magnífico teaser que nos presentaron los miembros del proyecto Un día más con vida, de la productora Kanaki. Se trataba de un largo de animación y era esencial ver el estilo de animación", señala.

Si nos atenemos a la lista de las películas apoyadas, la variedad es incontestable: Lasa eta Zabala; Open Windows; Alardearen seme-alabak; Emakume ehiztari baten istorioa; Zipi y zape y el club de las canicas o A escondidas, por poner solo algunos ejemplos. "Son tiempos difíciles para los productores independientes. Les está tocando poner en juego todo su potencial creativo en la obtención de los medios necesarios para levantar los proyectos", asevera Pérez de Palomar. La coproducción es casi el único camino para llevar a cabo proyectos económicamente ambiciosos. Para obtener la distribución internacional muchos de ellos están obligados a rodar en inglés.

ETB se planteó hace años la necesidad de hacer un esfuerzo especial para facilitar el rodaje de largometrajes en euskera. "Ya en el convenio suscrito en 2005 con las asociaciones de productores independientes se recogía la preocupación de ETB por el cine en euskera. Por tanto, se establecieron una serie de aportaciones económicas más altas para este tipo de películas", insiste Pérez de Palomar.