BILBAO. Cada verso de una canción de Def con Dos es como una patada seca y rabiosa a la entrepierna del statu quo. Y tienen ya muchas porque han superado las dos décadas de carrera, iniciada antes de ser conocidos por el público masivo gracias a Acción mutante y El día de la bestia. El grupo sigue en la carretera, luchando contra la estupidez humana y presentando su último artefacto anarcoide a ritmo de metal-rap, titulado España es idiota (Warner). Hoy lo presentan en la sala RockStar Live de Barakaldo junto a 13 Bats.

"Esto no se puede soportar mucho tiempo, es sencillamente insostenible". Así empieza, con sonido de manifestaciones y un guiño a Los Chichos y a su "esto sí que tiene guasa", el actual y ya noveno disco de Def con Dos, en el que el veterano grupo no se mueve ni un ápice de su filosofía vital y musical, basada en el puñetazo crossover contra la estupidez humana, la del "obrero patriota del estado que lo explota".

Parafraseándoles, Def con Dos son peligrosos y esto no es juego. La banda, liderada por César Strawberry, voceras principal y activista también desde el planeta literario, acaba de regresar con su nuevo artefacto tras concluir su gira de celebración de dos décadas de carrera, que coincidió también con la publicación de 20 años contra todo pronóstico, un recopilatorio de sus mejores canciones, en la que dan hostias a diestro y siniestro. En la edición especial se incluía un libro, varios documentales y un CD en el que le rinden tributo versionando sus canciones Andrés Calamaro, Lehendakaris Muertos, Soziedad Alkoholika, La Cabra Mecánica o Los Delinqüentes.

"Seguimos igual de revulsivos pero no olvidamos que Euskal Herria nos apoyó cuando nadie contaba con nosotros", nos explicó César en una visita anterior. Ellos no mienten. Son incorregibles y lo vuelven a confirmar en España es idiota, un disco fiel al grupo y a su particular crossover musical, donde el metal se alía con el rap, con algún guiño puntual electrónico y mucho groove, con bajos funk herederos de Red Hot Chili Peppers en temas como Desahucio mental, una oda contra el consumismo, Miedo y asco en Madrid, o su más claro zambullido en el mundo hip hop en Dios salve a MCA.

El disco de Def con Dos es otro puñetazo en la boca contra el conformismo de una ciudadanía que dormita mientras las termitas de los poderosos suben a velocidad de vértigo por las rodillas sin dejar rastro de su paso. Sus canciones hablan de estafa, corrupción en todos los bandos, del yugo y las flechas, de la cutrez de la Una, grande y libre, el escaqueo, el terrorismo financiero o el polvo blanco en la política y el banco. "Si hay que hundirse, lo haremos luchando", cantan en Pégamelo a mí, donde se niegan a "dejar la trinchera" y rendirse al sometimiento. En muchas ocasiones, los títulos lo dicen (casi) todo. Caso de No estoy en twitter o El cazador de elefantes, donde lo más suave que le llaman al Rey es "drogota y borracho".

ciclo musiketan En el otro extremo de la balanza, la de la sugerencia, el lirismo y la caricia, se sitúa la propuesta de A curva da cintura, un disco y espectáculo musical conjunto firmado por Arnaldo Antunes, Toumani Diabate y Edgard Scandurra, que recala hoy en el Baluarte de Iruñea y mañana lo hará en Bilbao, en la sala BBK, a las 20 horas y en el marco del ciclo Musiketan.

El repertorio oscila entre lo acústico y lo eléctrico, junta bossa con aires africanos y la kora (instrumento similar al arpa) con guitarras eléctricas en canciones como Se você o o Kaira. La cita resulta atractiva para los aficionados a los sonidos exóticos y ligados a la world music, ya que Antunes es uno de los grandes de la música brasileira (ha trabajado con Björk y Daman Albarn, y fue uno de los tribalistas junto a Carlinhos Brown y Marisa Monte) y Diabate (Mali), que ha colaborado hasta con Ketama, uno de los músicos más inquietos de Africa.