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Debbie, sexy a los 66

Blondie cumplió, aunque acusó altibajos en algunos momentos del concierto

Debbie, sexy a los 66Foto: j. m. martínez

bilbao. Justo antes de Coldplay fue el turno de Blondie, nombre mítico del power punk y la nueva ola ochentera estadounidense. En Kobetamendi, tal y como se pudo comprobar a las 22.15 horas, cuando salieron a escena solo aparecieron tres de sus miembros originales. No importó porque son los que siempre han tirado del carro. En primer lugar, Debbie Harry, antigua conejita de Playboy y hoy ya sesentona, agarró el micro al son de Union City Blue. La gente aguantó el tipo bajo el zirimiri.

Junto a ella, a su derecha, su expareja sentimental, Chris Stein, guitarrista de pelo canoso y compositor principal; y detrás, el pulmón de la banda, Clem Burke, con cara de adolescente eterno y unos bíceps capaces de propulsar al sexteto -completado con un bajista, un segundo guitarrista y un teclista- con su pegada a los parches, que sigue tan simple como efectiva.

Debbie nunca ha sido un dechado de voz, ni una artista de esas que se comía el escenario. Anoche, algo rolliza pero todavía sexy y guapa, salvó los trastos debido al poderío del repertorio del grupo, eterno y ajeno a las modas. Bastó con sentirlo vivo (apenas cerrando los ojos). La banda supo alternar de forma sabia lo conocido -éxitos multimillonarios como Hanging on the telephone, Rip her to shreds, Call me, Maria, The tide is high. Heart of glass,...- con lo inédito, las canciones de su último disco, Panic of girls, entre las que sobresalieron singles con vocación de clásicos como Mother o What I heard, cuyos estribillos mantienen la gloria de antaño, al contrario que la sonrojante Wybe off my swead, aflamencada y con frases en castellano. Al concierto, que saltó sin complejos del pop al rock, le faltó la música bailable y el reggae, le faltó contundencia sonora y le sobraron 20 años en los cuerpos de sus protagonistas.

arcade fire Las novedades musicales fluyen en torno al BBK Live. La última tiene que ver con el concierto que Arcade Fire ofrecerá el próximo miércoles en la explanada del Guggenheim (a partir de las 19.45 horas). Last Tour International confirma los dos grupos invitados que tocarán con Arcade Fire. Abrirán los mallorquines L.A., proyecto de Lluis Albert Segura, quienes tras triunfar en Dcode Festival presentarán su sublime trabajo Heavenly Hell.

Y después de los mallorquines tocará la banda norteamericana The Walkmen, que comenzó allá por 2000, pero es ahora con su ultimo trabajo Lisbon cuando realmente están acaparando la atención de fans y crítica. Triunfaron en Glastonbury hace un par de semanas y el fin de semana pasado en el mítico Roskilde de Dinamarca. "Sin duda, todo un cartelazo que hará, si cabe, aún más especial el concierto de Arcade Fire en tan impresionante escenario como es el de la explanada del Museo Guggenheim de Bilbao", aclararan ayer mismo fuentes de Last Tour.

Arcade Fire se ha convertido en poco menos de diez años en una referencia a nivel internacional. Comienzan su andadura en 2002 y dos años después editan su álbum debut Funeral. Este primer disco fue elegido como mejor disco del año por medios especializados como Pitchfork, NoRipcord y MTV2, y New Musical Express lo incluyó entre los mejores del año y eligió Rebellion (Lies) como la mejor canción del año. También las ventas de Funeral fueron muy destacadas. A pesar de no contar con apoyo publicitario ni de medios de comunicación masivos, Arcade Fire consiguió el Disco de Oro en Reino Unido y Canadá. Además, les valió su primera nominación a los premios Grammy y a los Awards. Su último trabajo se llama The Suburbs y fue editado el pasado verano.