Una película muy tolerable

Bilbao

LOS Coen no tuvieron que convencer a George Clooney para que volviera a trabajar con ellos. De al-guna foma, el actor estadounidense forma parte de su equipo y cuentan con él para poner en marcha sus proyectos. Esta vez los directores de Fargo o No es país para viejos nos sorprenden con una comedia sofisticada que re-cuerda a lo mejor del género. Una historia que haría las delicias de George Cukor o Howard Hawks, y que en manos de los Coen recupera el furor de antaño.

Crueldad intolerable (2003) también cuenta con Catherine Zeta-Jones, que cumple a la perfección con el papel de mujer experta en el arte del matrimonio. Una nueva rica que ha cosechado una gran experiencia en la caza de maridos, sin ningún tipo de preocupación feminista o cargo de conciencia.

gRANDES INTERPRETACIONES Los personajes que construyen los guionistas y directores de Minnesota enseñan sus cartas sin miramientos y no esconden sus intereses financieros y ambiciones va-rios. Un juego asombroso de grandes interpretaciones, guiños y sorpresas. Tanto George Clooney, en su papel de famoso abogado de Los Ángeles especializado en casos de divorcios como Zeta-Jones están soberbios en sus caracterizaciones y se brindan a todo tipo de argucias, trampas y engaños para salir con la suya.

Con esta película los Coen se acercaron a otro tipo de público que no estaba tan familiarizado con sus obras anteriores. Habrá quien eche de menos sus filmes de personajes maleantes y buscavidas que se empecinan en cambiar su destino, pero en el fondo es lo que les motiva a los dos protagonistas de esta formidable comedia: la transformación definitiva en aquello que desean pero no muestran.

En la misma senda de los predecesores de la comedia clásica americana que aborda las diferencias de género y la lucha entre hombres y mujeres, crean una película aparentemente más convencional, pero no exenta de calidad, picaresca y encuentros y desencuentros deliciosos. Una farsa maliciosa y divertida en la que no rehuyen de su humor, pero sí del control total del guión. Esta vez se aliaron con otros dos profesionales con los que le dieron una salida más estilizada y comercial. Un ejercicio inteligente sobre el cinismo y el materialismo en una sociedad que entiende que el éxito va en conformidad con la cantidad de ceros depositadas en la cuenta corriente.

Uno de los éxitos más notables de los hermanos Coen. Y unas actuaciones sobresalientes de George Clooney y Catherine Zeta-Jones, que disfrutan en sus respectivos papeles. En sus gesticulaciones y ademanes. Una película de los Coen que a simple vista no parece de ellos, pero que guarda la esencia y calidad que han convertido en su firma.