donostia - En Asesinato en la universidad vuelve a vestir de hábito y se convierte en investigador de un crimen que tiene que ver con el pasado y cuyas raíces se encuentran ancladas en el siglo de oro en una lucha entre dos órdenes religiosas: los agustinos y los dominicos. Está rodada en Salamanca y su argumento tiene puntos en común con El nombre de la rosa. Ramón Agirre vive uno de sus años dorados con el reconocimiento de sus compañeros de profesión al concederle el premio Zinemira. Ha vuelto al universo Etxebeste catorce años después del estreno de la primera película y en breve Euskal Telebista emitirá una temporada más de Go!azen.
‘Agur, Etxebeste’ catorce años después y esta vez no se va de vacaciones.
-En Aupa, Etxebeste tampoco. En esta ocasión soy el alcalde y la película habla de esos pequeños vicios y corruptelas, que abundan más de lo deseado, en las administraciones locales.
En la primera película, Etxebeste soñaba con ser alcalde.
-Ahora ya lo es, pero por razones de salud, entre comillas, tiene que dejar la alcaldía, pero puede que haya más motivos que el de la salud. Va a haber movimientos. Pero no se te puede seguir contando más, creo que lo vamos a dejar aquí.
¿Esperaba que Etxebeste volviera al cine?
-Estaba en el aire desde que se hizo. Tuvo muy buena acogida y se decía que había que hacer otra, se enfrió y hasta ahora. Supongo que se ha buscado el momento adecuado. Aún estamos aquí, más o menos en forma, si esperan un poco más a lo mejor faltamos alguno?
No sea agorero.
-Ja, ja, ja? No lo soy, pero los años corren.
Tampoco le veo con pinta de jubilarse.
-No tengo ningunas ganas, de momento.
Ha participado también en una producción de TVE.
-Es un thriller que empieza en el momento actual en la universidad de Salamanca, se investiga una muerte que hubo siglos atrás cuando los agustinos y los dominicos se disputaban el poder económico, político, el conocimiento?
Una vuelta de tuerca a ‘El nombre de la rosa’.
-Pudiera ser. Es una especie de thriller de aquella época pasada que parece estar unida con la actual. Es una historia muy entretenida como lo es siempre el suspense.
¿Cómo es su personaje?
-Es un fraile en la jerarquía de su orden, él está bastante arriba. Es un hombre de cultura, un hombre del saber que guarda celosamente los libros. Es la historia de los libros prohibidos. Y tampoco en esta historia voy a ir más allá, no se pueden desvelar todos los secretos, también hay que verla.
Vamos a tener que ir mucho al cine.
-No estaría nada mal. Pero Asesinato en la universidad es una TV movie.
Últimamente le dan muchos papeles de religioso, está claro que tiene cara de bueno.
-O no. No todos los curas tienen cara de bueno. Con Go!Azen se me da bastante bien hacer este tipo de personajes, me encanta el Zuzen que hago en esta serie. Además, es una historia que tiene bastante éxito entre los chavales y las chavalas. Me lo paso en grande, me permite hacer comedia, hacer el payaso.
¿Dónde se siente más cómodo, en el drama o en la comedia?
-En una buena historia. Me gusta cambiar de género y de medio.
No se quejará usted, lleva una temporada que está en racha.
-Para nada, llevo una temporada muy buena, bastante larga ya. Ojalá se mantenga, si tiene que bajar, lo digo por mi edad, que lo haga poco a poco. Dicen que cuando te dan un premio dejas de trabajar.
Pero se refieren a esa supuesta maldición de los Goya, no lo he oído respecto a Zinemira.
-Zinemira es un premiazo y lo mejor produce ese mismo efecto. Espero que no.
¿Se lo esperaba?
-Nunca pienso en premios, menos en este, que es un regalazo, no sé cómo agradecerlo. Estoy encantado con todo lo que me está pasando.
Antes hablaba de lo que le gusta cambiar de medios a la hora de trabajar, pero ¿hay alguno en el que sienta más cómodo?
-Te digo lo mismo que en el tema de lo del género; más que el medio, lo que hace más atractivo el trabajo es el personaje, la obra, el guion, quién dirige?
¿Cuántos años lleva viviendo de cine?
-Es una pregunta con doble sentido. Tuve la suerte de empezar bastante pronto haciendo cositas de cine, cosas pequeñas. Como actor irá para cuarenta años, qué digo, más. En cuanto a lo de vivir de cine, no sé qué decir, he tenido la suerte de mantenerme en este trabajo, tampoco soy muy gastón, no me ha faltado de nada y he podido vivir de esta profesión sin pasar por otros trabajos.
Vaya, un actor que no ha sido camarero.
-Ja, ja, ja? No lo he sido en el sentido profesional, que me paguen por ello; en alguna txosna en fiestas, pero nada más. Puedo decir que sin lujos y desde la normalidad, he vivido de cine en esta profesión. No me quejo, no podría hacerlo.
¿Qué hubiera sido de no haberse dedicado a la interpretación?
-Arquitecto, posiblemente hubiera acabado la carrera, no me faltaba mucho. Siempre me hubiera decidido a hacer algo que rozara con el arte, con la creación. La arquitectura tiene mucho que ver con el arte y por eso la elegí.
¿No le dio pena dejar la carrera cuando estaba a punto de acabarla?
-No, me estaba metiendo en algo que me llenaba mucho más, el teatro me cautivó.
Seguro que en su casa no estaba cautivado por el cambio.
-Entonces tenía cierta independencia, supongo que a mi madre no le hizo mucha ilusión, aunque a ella el teatro le gustaba mucho. Me vio alguna vez y después del disgusto primero, creo que se reconcilió un poco con lo que yo hacía.
Creo que después de tanto religioso en su vida profesional alguien le podría ordenar como tal.
-¡Qué dices! No me haría ninguna ilusión, prefiero que no me lo tengan en cuenta.
¿Qué tal se trabaja con sotana?
-No es la prenda más cómoda ni para actuar, ni para andar, ni para nada. Pero tiene su fuerza como indumentaria de personaje. Es muy expresiva, es una prenda que casi no se ve por la calle.
¿Cuándo fue la primera vez que se vistió de cura?
-No me he vestido muchas veces de cura o fraile, pero sí algunas. Con Gutiérrez Aragón en Visionarios hice un personaje religioso. Quizá podría haber hecho más veces de cura por mi aspecto.
¿Le ven pinta de cura?
-Ja, ja, ja? Eso parece. Gutiérrez Aragón me dijo que no podía creer que ese fuera mi primer papel con sotana: Si tienes una cara de jesuita impresionante. Antes aparecían muchos curas en las pelis y en las series.
Además de vestirse de cura o fraile, ¿qué otras aficiones tiene?
-Lo de vestirse de cura o fraile no es una afición, juro que esa no tengo, es por cuestiones de guion. Me gusta el cine, el teatro, leer; me gusta cantar a dúo con mi hija, lo hacemos fabuloso.