hASTA bien entrado el siglo XX, Santurtzi, de vida ligada secularmente al mar y la pesca, era conocida como la bonita aldea. Hoy, ya finalizadas sus fiestas de El Carmen y de manera más relajada, se puede conocer su presente y pasado a través de visitas guiadas que abren los ojos a sus parajes principales, del puerto a la cofradía y su Itsasoa Museoa, y teatralizando las tradicionales subastas de pescado.
“Soy de Santurce, bonita aldea; soy del pueblo que gana en las regatas y en las traineras”. Así se iniciaba la canción popular en homenaje a la villa marinera, que durante los sábados de julio permite asistir a la visita guiada Subasta Teatralizada, al mediodía, en castellano y al precio de un euro, en la que se regresa a los tiempos de las pujas por el pescado.
La cita, impulsada por la Oficina de Turismo, parte del puerto y tras visitarlo se accede a la Casa de Venta de Pescado, que alberga, hoy en día, Santurtzi Itsasoa Museoa. Allí se muestra cómo se realizaba antiguamente la venta de pescado. Podrás ponerte en el lugar de aquellas mujeres que revisaban el género, se sentaban en un banco con pulsador y pujaban por el pescado tras ser pesado en unas grandes básculas. Todo se anotaba en un libro que se muestra con datos de las ventas (el barco, el tipo de pescado, el coste en pesetas) de hace medio siglo.
Santurtzi bonita aldea es el nombre de otra visita guiada, concertada para grupos y ofrecida en euskera, castellano, inglés y francés. Dura 75 minutos y cuesta un euro para los adultos. Es una visita a pie en la que se descubren “el pasado, las costumbres, los personajes populares y las anécdotas” del pueblo. Estas visitas, abiertas a personas con diversidad funcional auditiva, visual, intelectual y orgánica, se pueden reforzar con la degustación de un pintxo y visitas a Itsasoa Museoa, la Casa de Venta del Pescado, la Bahía del Abra desde el Palacio de Oriol, la plaza? El coste es de 14 euros.