El regreso de Gisele

lA Semana de la Moda de Sao Paulo, o Sao Paulo Fashion Week (SPFW), arrancó ayer con el regreso de la brasileña Gisele Bündchen, que desfilará por Colcci, y una polémica en el aire: "¿La moda es cultura?". Bajo el lema Desplazamientos, la edición Otoño-Invierno 2014 de la principal cita de la moda en tierras brasileñas se realiza en una gigantesca estructura construida en el parque Vila Lobos y viene con una propuesta de expansión en la que diversos desfiles tomarán la metrópolis con presentaciones en el Teatro Municipal y el Museo de Arte Brasileño, y la realización de dos performances originales: una en una línea de metro y otra en medio de la calle.

El acercamiento de la moda a la población, sintetizado precisamente en el tema elegido como consigna para este año, está vinculado directamente a la polémica originada meses atrás después de que los estilistas brasileños Pedro Lourenço, Alexandre Herchcovitch y Ronaldo Fraga obtuvieran el derecho a recibir financiación para sus respectivos desfiles a través de la llamada Ley Rouanet, que destina recursos para la cultura a través de renuncia fiscal. Fue cuando se instaló la polémica, que sobrepasó las fronteras del mundo de la moda y ganó la prensa y las calles, sobre si la moda es o no cultura. "La moda es cultura", sostuvo sin sombra de duda el director y creador de la SPFW, Paulo Borges. "Fue una conquista nuestra hacer que la moda fuera entendida como una cuestión cultural", celebró, al tiempo que aclaró que los proyectos que obtuvieron subsidio estatal no se limitan al desfile. "Hay propuestas de conferencias, clases, exposición, enseñanza de tecnología para que las personas aprendan las técnicas... Pero solo se habla del desfile", lamentó Borges, quien dijo que llevar la moda a las calles es "un proceso educacional, de llevar discusión, diálogo, para que haya intercambio y que eso forme a las personas". Respecto al tema Desplazamientos, Borges afirmó que la intensión es "ocupar la ciudad cada vez más". "Queremos abrir actividades que agreguen otros públicos, no solo para quien le gusta la moda. Por ejemplo, hacer exposiciones en museos, realizar conferencias que sean de interés del público, actividades que estimulen la discusión en ambientes paralelos, simultáneos", expresó.

Línea de montaje En el marco de ese acercamiento del mundo fashion a la población, el estilista Fause Haten propone "abrir la línea de montaje" de la moda al público, para lo cual invita a las personas a visitar La Fábrica del Dr. F. "La fábrica estará armada los últimos días antes de un desfile, con las prendas siendo finalizadas, las modelos probando las piezas. Quien pase por allí va a poder ver todo eso", explicó el propio estilista. "Es una exposición mutante, porque lo que se vio el primer día ya habrá cambiado al día siguiente. Los accesorios y las prendas van a convertirse en instalación también", agregó.

Junto al regreso de Bündchen, vuelven también a la SPFW los diseñadores Reinaldo Lourenço, Gloria Coelho y Pedro Lourenço. Por su parte, debutan Patricia Motta, que trabaja con cuero, y Lilica Ripilica, la primera marca infantil que participa en el evento. Los desfiles se abrieron con la marca Animale, que llegó a Brasil con su estrella Karlie Kloss, considerada el nuevo patrón de belleza mundial, tal como lo fue Bündchen hace cerca de una década. Adorada en Brasil, volverá a ser maniquí de Colcci después de tres años alejada de las pasarelas nacionales (entre otras razones por el nacimiento de su hija menor Vivian, fruto de su unión con el jugador de fútbol americano Tom Brady, padre además del primer hijo de la modelo, Benjamin), periodo en el que la firma brasileña apostó por otra de las tops, Alessandra Ambrósio. También estará presente la modelo Candice Swanepoel, que representa a la línea Forum.

Durante la semana, y fuera de la programación oficial, la firma Chanel organiza la exposición The Little Black Jacket (La pequeña chaqueta negra), para cuya inauguración aterrizarán en Brasil actrices de la talla de Uma Thurman y Diane Kruger, entre otras.