DIEZ años en la moda y veinte colecciones son cifras que piden a gritos una celebración. O eso debió de pensar el diseñador vasco Ion Fiz, ya que esta semana tuvo lugar un desfile muy especial nada más y nada menos que en el atrio del Guggenheim Museoa de Bilbao. Una gala, Fizzisimo, con la que se conmemoraban sus primeros diez años de carrera.
Para una ocasión tan especial, Ion Fiz hizo en persona un repaso a su primera década como diseñador de moda, en la que recordó cómo fueron sus inicios en la plataforma Fomento de las Artes Decorativas (FAD) de Barcelona, que fue donde comenzó a desarrollar sus primeras colecciones de moda y a realizar también sus primeras ventas. "Llevo con mi propia firma desde 2002 y trabajando para otros desde 1999. Pero empecé a estudiar con 17 años Diseño de Moda, en la Escuela de ModaVasca de Bilbao", aseguraba el creador.
Fiz quiso destacar que el gusto por la costura y el diseño de la ropa le vienen de niño, de cuando jugaba en el taller de costura de su abuela con los retales que sobraban de los vestidos que esta hacía por encargo. Además, en esta ocasión el diseñador vasco, nacido en Eibar en 1976, quiso destacar que lo que más valora personalmente en su profesión es "el trabajo bien hecho y realizado de forma auténtica y artesanal".
Respecto a la primera década transcurrida en su carrera profesional, Ion Fiz comentó con cariño que: "Parece que fue ayer cuando empecé a circular en el mundillo de la moda, como un novato al principio. Más vale que poco a poco fui aprendiendo cómo hay que engranar las piezas para que la colección tenga éxito y la firma se consolide".
En el desfile de la colección Otoño-Invierno con el que quiso conmemorar estos diez años, Fiz presentó 30 modelos para vestir a la mujer: diez diseños para el día, diez para la tarde o de cóctel y otros diez de noche, que, según señaló, "recoge lo mejor de las veinte colecciones". Además Ion Fiz aprovechó para sincerarse y reconocer que, a lo largo de estos diez años, los estilismos más agresivos de sus inicios han ido "suavizándose y quedándose "en el armario", para pasar a vestir a una mujer "más madura, más inteligente, más responsable y más elegante".
¿Qué queda por decir a todo esto? Sólo una cosa: que sean, por lo menos, diez años más.