Sara Carbonero se aumenta el pecho

Nadie podrá negar que Sara Carbonero cuida su imagen al máximo. Tal es la preocupación por un cuerpo diez, que la novia de Iker Casillas no ha dudado en pasar por el quirófano.

Parece que la joven se veía algo plana y ahora que puede permitírselo, ha decidido aumentarse alguna talla. Sobre todo después de la gran pérdida de peso que ha sufrido con tanto ajetreo y estrés.

No obstante, ha sido ese ajetreo, el pluriempleo de la joven periodista, el que le ha llevado, según la revista 'Coure' a ganar más de 120.000 euros con tan solo un anuncio publicitario. El caché de esta toledana de 24 años ha subido como la espuma.

Así, Sara ha pasado de ser una mileurista a cobrar un sueldo de 100.000 euros brutos anuales como redactora de deportes en Telecinco, además de los sueldos 'extra' que la novia de Casillas se gana a base de spots y colaboraciones.

Fue el pasado sábado 20 de noviembre cuando la joven, acompañada por su hermana Irene, abandonaba el madrileño Hospital Nisa Pardo de Aravaca. Con gesto de dolor, y ayudada por el personal médico y por su hermana, que le llevaba el equipaje, abandonaba el centro en un taxi camino al centro de Madrid, mostrándose muy discreta y huidiza, según la revista 'Diez Minutos'.

Sara se ha puesto en las manos de los mejores profesionales. Este hospital de Madrid es uno de los pocos sitios de España donde, con la ayuda de un simulador virtual, se puede ver el resultado final de la paciente antes de ser operada.

Con esta novedosa herramienta, los médicos habrán podido tomar medidas del pecho y la nueva complexión de la presentadora, eligiendo unos implantes con el tamaño y la forma adecuadas para su figura.

En el caso de Sara, se trataría de dos implantes de 250 g en cada mama, colocados debajo del músculo para ofrecer una imagen mucho más natural, lo que además le permitirá a la joven dar de mamar a sus futuros hijos sin ningún problema.

El día elegido para el ingreso fue el viernes 19 de noviembre. Tras la operación, que se realizó con anestesia general, la joven pasó la noche en el centro acompañada por su hermana Irene -también periodista de profesión- para regresar a casa al día siguiente. La joven pudo entonces volver a hacer vida normal, aunque guardando algo de reposo durante los primeros dos o tres días, además de las recomendaciones típicas de no coger peso, no hacer ejercicio, y no conducir.

Aún con los vendajes que ayudan a sujetar los implantes, la joven volvía a casa para recibir los mimos del portero del Real Madrid, quien la recibió con una romántica cena en un lujoso restaurante italiano de la capital.