londres. La capital inglesa despidió el fin de semana el verano con el multitudinario carnaval de Notting Hill, una festividad en la que miles de londinenses y turistas se mezclan para celebrar el espíritu tolerante y multicultural de la ciudad.
Creado en 1966 por los inmigrantes afrocaribeños residentes en Londres como respuesta a la oleada de incidentes racistas de la época, este carnaval mantiene el tinte reivindicativo y festivo, en el que se mezclan la música, el baile y los desfiles.
Ayer fue el día para los niños en víspera del gran desfile que recorrerá hoy, festivo en Inglaterra, las calles de Notting Hill, al son de más de 40 equipos gigantes de música y rodeado de decenas de puestos de comida caribeña y de la omnipresente cerveza.
A lo largo del recorrido, las bandas que acompañan a las carrozas inundan el barrio de calipso, soca (fusión de soul y calipso), reggae o samba mientras camiones llenos de gente disfrazada desfilan animando a la gente a bailar a sus ritmos.
Chris Boothman, director del considerado el mayor carnaval callejero de Europa, afirmó que este fin de semana "es el punto álgido del año, no sólo para la comunidad caribeña, sino para los muchos visitantes procedentes de todo Londres y del resto del mundo".
"Este fin de semana aúna los sonidos, los sabores y las experiencias que han grande a este carnaval", declaró Boothman, quien destacó que "se ha trabajado con intensidad con la policía y con los barrios para garantizar que sea un fin de semana seguro".
El año pasado, más de 200 personas fueron detenidas por desórdenes públicos y posesión de drogas, y la policía ha realizado diversas operaciones en vísperas de esta edición que han resultado en un centenar de detenciones en relación con posesión de armas.
"Hemos logrado aislar a un gran número de personas con historial problemático y hemos confiscado grandes cantidades de droga y armas, que ya no estarán en la calle", dijo el inspector jefe Jo Edwards.
En total, la ciudad ha invertido 6 millones de libras (unos 7,2 millones de euros) para garantizar la seguridad en una fiesta, de la que, según los organizadores, participan un millón de personas.
Los accesos al barrio de Notting Hill tendrán puntos de control policial para prevenir la entrada de armas y cientos de policías de paisano supervisarán que la fiesta transcurra con normalidad y tratarán de evitar la acción de los carteristas.
El alcalde de la ciudad, Boris Johnson, subrayó que "Londres está lleno de visitantes de todo el mundo que desean pasárselo bien en la mejor fiesta callejera gratis del mundo" y consideró que es la oportunidad para "celebrar la riqueza de la cultura caribeña y poner el colofón perfecto al verano".
La primera jornada se vio ligeramente deslucida por el clima, con lluvias esporádicas y una temperatura de unos 15 grados, pero el pronóstico es soleado para hoy, el gran día de Notting Hill.