LAs azafatas de Air Comet han recurrido a un método para llamar la atención que, de momento, es infalible. De hecho, sus compañeras de Ryanair llevan tres años posando ligeras de ropa para recaudar fondos destinados a diferentes causas benéficas y cada edición ha sido un éxito de crítica y público. Sus colegas se han retratado incluso con menos impedimentos, apenas algunos accesorios, y aseguran estar sorprendidas con la repercusión que ha obtenido el calendario.

Nueve azafatas de la aerolínea decidieron posar desnudas en un almanaque para "mantener la noticia viva", es decir, para que no se olvide que Air Comet debe a sus antiguos trabajadores el sueldo correspondiente a los últimos meses de actividad de la compañía y que en algunos casos supone una deuda de hasta ocho nóminas. Adriana Ricardo, una de ellas, señaló que el calendario ha devuelto a los trabajadores de la aerolínea a las primeras páginas de los periódicos, mientras que las manifestaciones "apenas habían aparecido unos segundos" en los informativos de televisión. Añadió que no esperan obtener ningún beneficio económico, sino evitar que su situación caiga en el olvido: "Queremos que nos paguen lo que nos deben", apuntó. La azafata señaló que también reivindican información sobre la situación en que se encuentra el proceso de Air Comet y precisó que no han recibido ninguna comunicación oficial sobre el concurso de acreedores presentado por la compañía el 23 de marzo.

La idea de hacer un calendario como forma de protesta surgió hace unos meses, cuando ella misma protagonizó un reportaje en Interviú por el mismo motivo. El calendario ha estado patrocinado por la aerolínea de aviones privados Jet Society y los ingresos que se recauden serán para la agencia de promoción y el fotógrafo, que han realizado este trabajo "desinteresadamente". En total se han impreso 1.200 unidades, de las que aproximadamente un millar se encuentran aún a la venta. Con un precio de 15 euros, puede adquirirse a través de diferentes canales de distribución, como Facebook, correo electrónico o diversas publicaciones.

Air Comet, empresa del Grupo Marsans, dejó de volar el 21 de diciembre. Según el sindicato Sepla-Air Comet, el cierre afectó a 666 trabajadores de la compañía, a los que la aerolínea debe más de siete millones de euros.