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Contador dispara de nuevo

El madrileño ataca en Collado Bermejo, arriesga en el descenso y vuelve a ganar

Contador dispara de nuevoFoto: efe

bilbao. Semana y media de abstracción en Mallorca, alimentando lo que los psicólogos llaman el sistema límbico -las estructuras cerebrales que gestionan respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales y que al pinteño le pedían rutina, rodearse de personas de confianza, su gente, su equipo, su entorno para volver a sentirse una persona relajada, en paz consigo mismo y con el mundo-, le ha bastado a Alberto Contador para volver a ser el que fue: un campeón mayúsculo. En la Vuelta al Algarve -donde estrenó su palmarés en 2009 y 2010 en la primera carrera que corría-, solo pudo ser cuarto en la general tras dinamitar y acabar tercero la etapa reina y sucumbir en la crono final donde fue 15º. Dicen que porque su forma física era aún precaria. Dicen que impulsado por la rabia. Dicen que mentalmente agotado, hastiado, quemado por un invierno intensísimo en la dimensión emocional. Nada de eso lastró ayer a Contador, supremo y ambicioso en la subida a Collado Bermejo, cima Marco Pantani, donde se catapultó hacia su primera victoria que atrapó tras un descenso vertiginoso.

Necesitó para despegar Contador dos cañonazos. El primero lo esquivaron solventes Denis Menchov, el líder ruso del Geox, tercero en el pasado Tour, el sorprendente Jerome Coppel, que va como un tiro, y el alegre Fabio Duarte, colombiano compañero de Menchov, pequeño y escalador, campeón del mundo sub"23 en 2008. La parte alta de Collado Bermejo es un amasijo de curvas. Una traba para la velocidad. "Tenía que frenar continuamente y no pude irme solo", dijo el madrileño. Al segundo intento, a 500 metros de la cima, se liberó, coronó en solitario y se lanzó en un descenso peligroso en el que no escatimó riesgos. Flirteó incluso, con el drama. "En una curva a izquierdas me ha faltado poco para salirme", contó después.

Menos fortuna tuvieron otros. Por ejemplo, Mikel Landa, el escalador alavés de Euskaltel-Euskadi que había coronado a unos pocos segundos, arriesgó para enlazar y a cinco kilómetros perdió el equilibrio y acabó en el suelo. Fue un costalazo tremendo con la parte derecha. Tiene la clavícula fracturada, el segundo ciclista de Euskaltel que pasa por ese trauma en menos de dos semanas -Fernández de Larrea se la rompió en la pasada Vuelta a Andalucía-.

Tampoco la fortuna sonrió al Movistar. Dos de sus ciclistas más en forma, Rubén Plaza y Mauricio Soler, abandonaron en el mismo descenso. Plaza, con fractura de tibia y peroné de su pierna derecha; el colombiano, con varios cortes en la misma extremidad.

"Esta victoria es para el equipo", dijo Contador después de salvar milagrosamente el descenso y resistir, con cinco segundos de ventaja, el asedio de Menchov y Coppel. Los tres se juegan hoy la Vuelta a Murcia en 12 kilómetros llanos contrarreloj, especialidad en la que, dice Bjarne Riis, el madrileño ha depurado su postura en la cabra hasta ser capaz de ganar dos segundos por kilómetro.

Gilbert gana la eroica En las strade bianche por las que corre la Eroica, una de las carreras más hermosas del calendario, triunfó el belga Philippe Gilbert, que se impuso en el sprint de una veintena de corredores a Alessandro Ballan y Damiano Cunego. En ese grupo viajaba también el beratarra Patxi Vila, 17º y genial.