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Boda viral: Una avalancha de confeti casi entierra a los novios en Galicia

Una cosechadora ha lanzado kilos de confeti a los novios al terminar la ceremonia y el vídeo que ha grabado el propio párroco no para de circular por redes sociales

Boda viral: Una avalancha de confeti casi entierra a los novios en GaliciaInstagram @jmcastroalba

La tradición de lanzar confeti, arroz o pétalos en las bodas es un ritual lleno de simbolismo, practicado en muchas culturas alrededor del mundo. Estas costumbres tienen sus raíces en deseos de prosperidad, fertilidad y buena suerte para los recién casados.

El lanzamiento de arroz, una de las prácticas más antiguas, tiene sus orígenes en Asia y simboliza fertilidad y abundancia. El uso de pétalos de flores, especialmente de rosas, también es una tradición popular. Las flores son símbolos de belleza, amor y nueva vida. Por otra parte, el confeti es una incorporación mucho más moderna y es originario de Italia, donde se ha convertido en símbolo de alegría y buena suerte además de añadir un toque de diversión y colorido.

Celebración "a lo grande"

Dicho esto, lanzar confeti, arroz o pétalos a los novios al terminar la ceremonia es una tradición muy habitual. Lo que no es tan habitual es hacerlo en grandes dimensiones con ayuda de una cosechadora. Esto es lo que ha pasado en O Páramo, Lugo, donde Johana y José Luis se dieron el 'sí quiero' hace unos días rodeados de sus familiares y amigos.

La sorpresa llegó cuando salieron de la iglesia y sus amigos decidieron sorprenderles a lo grande, nunca mejor dicho, y trasladaron la cosechadora con la que trabaja el novio hasta el lugar de la ceremonia. Al abandonar la iglesia, les sorprendieron con la máquina de grandes dimensiones tirándoles kilos y kilos de confeti de colores. El párroco, Jóse Manuel Castro Alba, no pudo resistirse y grabó el momento, que no para de circular por redes sociales.

Los medios de comunicación también se han hecho eco del vídeo y los amigos de Johana y Luis han explicado cómo consiguieron tanto confeti. Relatan como se pasaron días y días buscando papel en supermercados, puntos limpios y empresas. Incluso se trasladaron en coche hasta otros pueblos para conseguir más material. Cuando tuvieron listo todo el confeti, lo guardaron en bolsas gigantes para poder meterlo más fácilmente en la cosechadora. También han contado como la noche antes se pasaron desde las 10 de la noche hasta las 3 de la mañana con los preparativos para el gran día.

Johana y José Luis recibieron la sorpresa entre risas. Cuando salieron de la Iglesia se encontraron con la cosechadora del novio totalmente decorada para la ocasión, con lazos y flores. Para cuando se dieron cuenta, sus amigos acercaron la cosechadora donde se encontraban y comenzó la avalancha. Les cayeron kilos y kilos de confeti. El novio ha confesado que, pese a lo que podía parecer, ni el vestido de la novia ni el peinado sufrieron ningún percance.

Una anécdota que quedará para siempre grabada en su memoria y en la de todos gracias al párroco, José Manuel, que inmortalizó el momento. De lo que no quedó ni rastro fue de los confetis, ya que los amigos se ofrecieron a recogerlo todo nada más acabó la "sorpresa".