POR si el título de su primera novela, El infierno del abandono, fuese una confesión de la propia escritora, María José Mielgo, no la dejaron sola en el camino y la biblioteca de Bidebarrieta, el escenario escogido para la puesta de largo, se abarrotó de lo lindo. Fue todo un espectáculo que más tarde les detallaré. De momento, y con ánimo de regatear cualquier tipo de spoiler, les diré que se trata de una novela emocional, emotiva, que refleja el infierno de los abandonos, y no sólo en la infancia. Se desarrolla en paisajes entrañables como Aixerrota, Bilbao y A Coruña. Si quieren más datos les recomiendo leerla.

María José es pura sensibilidad, un espíritu creativo. No en vano, finalizó la carrera de Solfeo en el Conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga y realizó estudios de acordeón. Formada en Humanidades y Psicología, ha realizado diversos cursos relacionados con el doblaje, las artes escénicas y el mundo editorial. Es una mujer con empuje y fundadora y directora de la revista literaria Alborada-Goizaldia, así como de la editorial Literarte y de la revista que lleva el mismo nombre. Ha publicado en solitario dos poemarios Corazón Ardido y Equidistancia.

Cúmplase lo prometido. Presentó el acto pirotécnico Susana Porras y presentaron a la autora la escritora mexicana Elvia Ardalani (no me resigno a no citar su tierra natal, Heroica Matamoros, por lo literario del nombre) y Pedro Ugarte, quien hace no mucho acudió también a la biblioteca de Bidebarrieta para presentar el poemario Las cosas de este mundo, libro con el que regresó a sus orígenes.

Las ilustraciones musicales corrieron a cargo de los fuelles acariciados por Egoitz Astigarrraga, miembro de la BAOS (Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao), y del Trío Latrup con Virginia Cortés al teclado e Isabel Bravo con el violín en ristre. Que no pare la fiesta. Teatralizaron fragmentos de la obra integrantes de La Cívica Teatro como Chelo Vela, Begoña Puente, Berna Rozas y Tony García y la propia autora procedió a la lectura de algunos fragmentos. Fue, como ven, un luminoso juego de gestos, músicas y palabras.

A la cita no faltaron Amagoia y Asier Loroño, comendattores de la BAOS (Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao), María Ángeles Pérez Ondieva, María José Domínguez, Dorita Bustos, Carlos Ponce, Carmen del Río, Asier Garrido, Ana Castro, de la propia editorial Literarte; Esperanza Pardo, Fidel Soto Núñez, Isabel Bonilla; los jóvenes Arkaitz Muñoz, Nagore Murga y Kerman Azkarate; Leire Ruiz, Begoña Madariaga, Isabel Bilbao, Carmen García, Izaskun Zarate, María Luisa Sánchez, Carmen Bengoa, Cristina Palacios, Aitor Bengoetxea, Luis Fernández, María José Alonso, Gloria Fernández y toda una corte de hombres y mujeres amantes de la creación en general y de la literatura en particular. Esa es la fragancia que destila María José.