EL agua siempre premia a la tierra. La bendice. Solo la tierra húmeda es fértil. Solo se puede pensar cuando desaparece la sed. Solo el agua corriente evita las miasmas.
El ser humano es, sobre todo, agua. El 75% del cuerpo y el 80% del cerebro lo son. Pero nuestra sociedad no es aún lo suficientemente líquida. Es decir, no está adaptándose a los cambios que acarrea el calentamiento global. El Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia premió ayer a quienes sí se están adaptando e impulsan a que otros colectivos lo hagan. Así que, con los LURRA Bizkaia, el agua, de nuevo, premió a la Tierra.
Lo hizo en uno de los salones de Euskalduna Bilbao, con las butacas tapizadas de verde manzana, a juego con los conjuntos de lámparas. Como si lo hubieran montado pensando que alguna vez albergaría el acto de entrega de unos galardones que distinguen el compromiso con el medio ambiente.
Condujo la gala, con la energía de una ola, la siempre eficaz y simpática Yaiza Arrizabalaga, que fue convocando al estrado a patrocinadores, autoridades y galardonados tras las palabras de bienvenida y agradecimiento de la directora de Deia, Marta Martín.
Kepa Odriozola, presidente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, señaló que la entidad da servicio a casi 100 municipios en los habitan más de un millón de personas. “Gracias por sumar a la cadena de valor del territorio y por preocuparos por el medio ambiente”, concluyó en referencia a los premiados.
La viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental, Amaia Barredo, animó a quienes recibieron los galardones a “seguir por ese camino”.
La diputada foral de Sostenibilidad y Medio Natural, Amaia Antxustegi, pronunció un discurso en el que apeló a la responsabilidad. “Las consecuencias del cambio climático ya se notan en todo el mundo, también en Bizkaia”, aseveró.
Recogieron el LURRA que correspondía al proyecto LIFE Urbaso que desarrollan en Urdaibai Neiker, BC3, EFE y la EHU-UPV, Leire Barañano y María José Sanz, de manos de Jorge Gómez, director general de Tecman. Gaizka Aseguinolaza, del Grupo Iruña, agradeció su LURRA Bizkaia Saria de Cambio Climático. Ritxard Guimerá, presidente de la Federación Vizcaína de Pesca, recibió su distinción por los 20 años de la escuela de pesca sin muerte para peques en la ría. Isidro Elezgarai se mostró orgulloso del galardón del que se hizo merecedor UNICEF, “el alma de la ONU” en sus palabras. Leire Ruiz y Cristina Claver recibieron el premio a Ambar Elkartea, entidad dedicada a conocer y divulgar la vida de los cetáceos de nuestro litoral. Además, Gravity Wave ganó un LURRA por su reutilización de materiales abandonados en las playas y arenales.
Recibieron aplausos de Ana Otadui, presidenta de las Juntas Generales; las alcaldesas de Getxo, Amaia Agirre, y Gorliz, Nagore Utxupi; el director gerente del Consorcio, Pedro Barreiro; los concejales de Bilbao Juan Ibarretxe e Iñigo Zubizarreta; el director foral de Medio Ambiente, Josu Bilbao; el director general de Editorial Iparraguirre, Javier Andrés; el director de Desarrollo de la editorial, Ibon Mujika; la directora Comercial, Aitziber Jauregi; y la directora de DEIA, Marta Martín; además de Iñigo Aspiunza o Joana Pérez.
No faltaron Sandra Barrutia y José Félix Sanz, Idoia y Arantzazu Gutiérrez, Ander Arias o Aitor Naverán. Intervino durante el evento la divulgadora madrileña de temas medioambientales, Raquel Roca, quien abundó en la necesidad de que adoptemos una mentalidad líquida.
