A valentía aparece cuando entras en una batalla que no estás seguro de ganar. Esa es la verdad que empujó a un puñado de comercios que en los duros días del confinamiento se ubicaron en primera línea de fuego y se mantuvieron con la persiana subida cuando lo aconsejable era cerrar y aguardar a tiempos mejores. Fueron los más osados y Bilbao Centro, la asociación que preside Adolfo Lorente, decidió ayer señalar a 16 de esos negocios para honrarles con un diploma que les acredite su osadía y la fortaleza de mantenerse en pie cuando la inmensa mayoría se guarecía de la tormenta. Eran los elegidos en nombre del centenar largo de empresas que se sujetaron en pie, emisarios de quienes se mantuvieron sin dar a torcer su brazo. Todos ellos sabían bien, desde el primer día, que el coraje es la más importante de las virtudes porque sin coraje, no puedes practicar ninguna otra virtud consistentemente.

Digamos que la cita estuvo bañada por el aire de los animosos e intrépidos. Su elección era el ejemplo de la entrega de otros muchos como bien reconocieron el gerente de Bilbao Centro, Jorge Aio, y la directora creativa y artística, Olga Zulueta, que ejercieron de anfitriones en la sede de la gala, allá en Particular de Indautxu, donde al mediodía se pobló de hombres y mujeres que se han volcado en la supervivencia del comercio de la ciudad en los días más complicados, en jornadas donde el miedo era más poderoso que las certezas. Su fuerza de voluntad hoy se admira con asombro.

Dicho así son dignos de aplauso y de un abrazo virtual hombres y mujeres como Guadalupe Elena, en nombre de Opticalia; Patxi Álvarez, como emisario de Pet Nature; Javier Zarate, representante de Ercilla Asesores, Natxo Monge, rey de D.O. Bilbao y ejemplo de tanta y tanta hostelería como la que se volcó en el servicio a domicilio; Almudena Anda, nombre propio de Radio Rhin; Sonia Saenz de Buruaga, enfermera en representación de todo un gremio que se volcó con la ciudadanía y que hizo proselitismo del IX Congreso Nacional de Farmacia Comunitaria que han traído a Bilbao, incluso en su versión virtual; Jesús Berzosa, alma, corazón y vida de Cárnicas Berzosa; Eva Portero, voz capitana de Lalibre; Eduardo Bizkarra, panadero y pastelero y representante de un gremio que no dobló su brazo ni un solo instante; Eduardo Herrero, nombre propio del mercado de Labayru, que no cerró el candado ni un solo día, incluso en los días más tormentosos; Estefanía Benito, frutera de Alex y Soler; Maite Lastra, capitana de las pastelerías Urrestarazu; José Cayón, comandante en jefe de Al Dente, que preparó un sinfín de packs de comidas preparadas; Koldo Joaristi, Neptuno de Pescados y mariscos Koldo; Pedro López Otegi, voz de la tienda de vieja escuela conocida como López Oleaga y Maider Viteri, apellido de Servibasque, una empresa dedicada al cuidado de los mayores y la limpieza, dos ejercicios de alta graduación en los tiempos señalados.

Suyos fueron los parabienes de un mediodía por el que también señalaron José Mari Amantes, Javier Garcinuño, director general de Bilbao Ekintza; Alfonso Gil, Carmen Muñoz, Gabriel Rodrigo, Raquel González, Willy Bustamante, quien junto al propio Adolfo Lorente, también recibieron los parabienes del comercio, Txema Maura, Jon Zuazola, Javier González, Mari Carmen Alonso, María Jesús Bengoetxea, Miren Ortuzar, Ainhoa Muguruza; el director de la Ría del Ocio, Arturo Trueba y un puñado más poblado de vecinos de la calle Particular de Indautxu que se acercaron para agradecer a la gente reconocida toda su entrega y fuerza dedicada a que Bilbao no se hubiese paralizado cuando la pandemia campaba a sus anchas a nuestro alrededor. A todos ellos y ellas, a sus representados y representadas, no nos queda otra que darles las gracias y un puñado de ánimos para seguir.

Bilbao Centro realiza un reconocimiento a comercios cuyos negocios fueron declarados de utilidad pública desde el primer día

Dieciséis comercios fueron agasajados como emisarios de centenares de negocios que no cerraron ni un solo día de confinamiento