Paulina Urresti Ziarreta se convirtió ayer miércoles, 26 de enero, en una mujer centenaria. La mujer más longeva de Gatika celebró sus cien años con una tarta de chocolate, diversos regalos y, sobre todo, con el cariño de sus seres queridos y familiares. Una efemérides a la que no quiso faltar el Ayuntamiento de Gatika, representado por la alcaldesa, Onintze Amezaga, y la concejala, Nekane Garmendia, que se trasladaron hasta el domicilio de Paulina para entregarle un ramo de flores y obsequiarle con una placa conmemorativa.

Un gesto de reconocimiento hacia una mujer que lleva viviendo en la localidad desde los 30 años, cuando un 29 de noviembre de 1952 se casó con Juan Martín Sertutxa, vecino de Gatika, y se trasladó allí a vivir desde Maruri-Jatabe, su localidad natal.

Tampoco faltó a la celebración la asociación de mujeres Txirin-Txirin de Gatika, que le regaló una camiseta del Athletic Club con su nombre y el número 100 como dorsal. Y es que Paulina es una fiel seguidora rojiblanca, especialmente de los hermanos Williams. "Dice que son los mejores y que cuando juegan, se nota", explica la hija de Paulina, Pili Sertutxa. Por eso recibió con alegría una fotografía de cada uno de ellos, junto con una carta dedicada por el club bilbaino. "Ha llegado a oídos del Athletic la gran fidelidad que tienes por los colores rojiblancos. Es un honor y un orgullo contar con aficionadas como tú. Estamos seguros de que nuestros valores están muy bien defendidos en Gatika a través de ti", reza la misiva, que además de la felicitación en nombre de la directiva, jugadores y jugadoras, tiene un dedicatoria especial de Iñaki Williams, quien envía "un beso de su parte" a su más acérrima defensora.

Paulina nació en el caserío Bastegi de Maruri-Jatabe. Desde joven ayudó a su familia en las tareas del hogar y del campo, sobre todo, encargándose del cuidado del ganado en las faldas del monte Jata. Una disciplina casi marcial que le marcó para el resto de su vida. "Siempre ha sido muy metódica con los horarios", señala su hija. Ahora, su día a día consiste en desayunar, leer el periódico, sentarse un poco en el sofá antes de comer y luego echa la siesta y cena a las ocho. Cuando hay partido del Athletic a una hora prudencial, no se lo pierde, pero lo que no le gustan son los cotilleos que dan en la televisión. "Los temas de Urdangarin no le van", indica Pili. Normalmente, come "lo justo para vivir", tal y como afirma la propia Paulina, pero ayer miércoles se dio un homenaje: vainas, solomillo y de postre pasteles. "Los bombones de chocolate le encantan", concluye su hija.