Uno de los deportes que siempre han apasionado a los amurrioarras ha sido la pelota mano. De hecho, y ante la falta de instalaciones adecuadas, hasta antes de la guerra se jugaba aprovechando la pared trasera de la iglesia, pero esta superficie irregular junto a un suelo compuesto de losas rotas hacía complicada la práctica de este deporte. Unos años después de la contienda bélica, se solicitó al Ayuntamiento la construcción de un frontón, iniciativa que fue en gran parte posible gracias a una suscripción popular que logró recaudar 38.000 pesetas, de un presupuesto de obra que alcanzó las 84.000 pesetas. El ansiado frontón fue, finalmente, inaugurado el 12 de agosto de 1945 en el transcurso de una jornada que contó con exhibición de danzas y partidos entre pelotaris del pueblo.

Este año se cumple el 75 aniversario de la creación de estas dependencias deportivas y el Consistorio local ha querido poner en valor esta destacada efemérides con la creación de un mural en la pared existente junto a su entrada trasera. La obra, realizada por la artista Lucía González-Pinta de la empresa Wallart, reproduce fielmente una fotografía antigua cedida por la asociación local Aztarna. De esta manera, la juventud y futuras generaciones de la villa pueden apreciar cómo era el frontón en sus orígenes, es decir, una instalación completamente abierta y diferente a la conocida por muchos. Y es que, en 1963, durante la cena posterior a un campeonato local, se planteó la conveniencia de cerrar el equipamiento debido al clima lluvioso y a las crecientes necesidades del pueblo. Para impulsar y defender esta iniciativa se fundó la Sociedad de Pelota y el proyecto se empezó a ejecutar en febrero de 1969 bajo un presupuesto de en torno a 4,5 millones de pesetas. De esta importante cantidad, el Ayuntamiento de Amurrio asumió tres millones mientras que la Delegación de Deportes colaboró con 750.000 pesetas y la Diputación de Araba puso esta misma cantidad.

Desde entonces, el céntrico frontón de Amurrio, con capacidad para albergar en su graderío a 400 personas, ha sido escenario de importantes partidos y, también, pieza clave para crear la gran afición del municipio por la pelota, así como para la formación de pelotaris. Además, durante muchos años, ha servido también para acoger diferentes actividades culturales y recreativas como sesiones de cine, teatro o el PIN de Navidad. En la actualidad, el Club Pelotazale, compuesto por 90 personas, desarrolla allí su práctica deportiva.