El de mañana será, sin duda, un día muy especial y esperado para la gran familia de la administración de lotería Sandiner@ de Santurtzi. No en vano, mañana cuando David y Ruth Hernández alcen la persiana de su negocio se cumplirán, justamente, 130 años de servicio, de repartir ilusión a la localidad marinera. “Que este negocio cumpla 130 años es algo tremendamente bonito y, por qué no decirlo, también es complicado. No hay muchos negocios que lo consigan, pero lo hemos logrado gracias al trabajo de cuatro generaciones y a la fidelidad de nuestros clientes. Sin ellos sería completamente imposible haber llegado hasta aquí”, señala David Hernández quien junto a su hermana Ruth representa a la cuarta generación de la familia que se pone tras el mostrador de la administración de lotería para tratar de llevar la suerte a su clientela. Unos clientes que, en muchos casos, son ya como de la familia. “Tenemos números abonados desde la época de mi bisabuelo, números que se siguen pidiendo a nombre de la primera persona que se abonó porque se ha ido heredando la costumbre en la familia”, explica David, quien ya tiene preparado el vinilo con el que se anunciará el 130 aniversario de esta administración que fue la primera en Santurtzi y es una de las más antiguas de Bizkaia.No en vano, la historia de este negocio familiar echó a andar, oficialmente, el 14 de marzo de 1892 cuando el Boletín Oficial de Madrid -el equivalente al BOE de la época- recogía el nombramiento oficial de Antonio Hernández Díez como lotero de Santurtzi. Sin saberlo, aquel día, el bisabuelo de David y Ruth comenzaba un proyecto que no solo marcaría el resto de su vida, sino que también se convertiría en el sustento y trabajo diario de, al menos, otras tres generaciones más de su familia. Cuando esta administración alzó la persiana por vez primera, Santurtzi contaba con poco menos de 5.000 habitantes, de los que una parte importante eran de Ortuella. El parque central no existía, ya que el municipio llegaba hasta la iglesia de San Jorge, donde comenzaba un pequeño puerto. De hecho, de los elementos que dan vida al actual paisaje santurtziarra, tan solo la iglesia de San Jorge y la Casa Torre existían cuando hace 130 años Antonio Hernández Díez, natural de la localidad salmantina de Cepeda, puso en marcha la administración de lotería.

“Somos un negocio que hemos ido creciendo de la mano del municipio y eso es muy bonito”, indica David quien lleva “con orgullo y responsabilidad” eso de representar a la cuarta generación de una familia que lleva ya en los genes la ilusión por repartir premios. Esa ilusión es de lo poco que no ha variado en los últimos 130 años. “Es la gasolina que nos mueve, lo que nos motiva a seguir trabajando cada día”, indica David. Esa ilusión que les mueve a David y Ruth hoy, es la que movió a Antonio Hernández Díez hasta 1930 cuando el fundador de la administración falleció. Su relevo lo tomó Antonio Hernández Goñi, abuelo de David y Ruth quien estuvo hasta su muerte en 1970 gestionando el negocio. Ese triste episodio no hizo que la cadena se detuviese y en 1970, Antonio Hernández Baigorri, padre de David y Ruth, tomó las riendas del negocio hasta su fallecimiento en 1977. Entonces, fue María Jesús De Andrés, madre de David y Ruth quien comenzó a gestionar el negocio. María Jesús ha podido ver cómo sus hijos han dado continuidad al negocio familiar y cómo encaran el futuro con mucha ilusión.

Tenemos la espina de no haber dado nunca El Gordo de Navidad y trabajamos con la ilusión de poder hacer realidad algún día ese sueño”, subraya David. Sin embargo, han dado grandes premios como los 1.192 millones de pesetas que repartieron en 2001. “Aquello fue, simplemente, brutal. Lo celebramos con champán, sardinas... Fue pura felicidad”, recuerda David. Mañana él volverá a levantar la persiana con el deseo de volver a llevar la alegría en forma de premio a algún hogar de Santurtzi, algo que su familia lleva 130 años haciendo.

“Cumplimos 130 años por el trabajo de cuatro generaciones y la fidelidad de nuestros clientes”

“Trabajamos con la ilusión de dar algún día El Gordo de Navidad. Es la espina que tenemos”

Lotería Sandiner@