De niños contaban los días para los estrenos de cine de principios de año. Hoy, aquellos personajes de cuento les conectan con su infancia mientras les hablan de ellos a sus hijos, nietos, sobrinos o hijos de amigos. La Navidad ha llegado a la consigna de ¡pasajeros al tren! desde la estación instalada en la plaza de San Severino a los otros tres escenarios naturales repartidos por el casco histórico en los que no faltan las figuras a tamaño natural de emblemas de la animación dirigida al público infantil como Pinocho o Alicia en el país de las maravillas. La asociación de comerciantes Balmadenda ha envuelto la villa en el ambiente más típico para incentivar las compras y consumo en establecimientos y bares locales impulsado por la prolongación del plazo para canjear los bonos denda hasta el próximo sábado.

Un viaje a la nostalgia y el espíritu de estas fiestas pasado por agua en su inicio, lo que ha obligado a aplazar uno de los platos fuertes. Así, el desfile con reproducciones de elefantes con La senda del Barritar tendrá lugar el 18 de diciembre, desde las 19.30 horas, con la previsión de una climatología más favorable. Aunque igualmente la escuela de percusión de Balmaseda, Burrunba Batukada animó la tarde del pasado sábado desde los soportales del Ayuntamiento. Allí se trasladaron también los talleres infantiles desde la plaza León Felipe de la mano de Kide Enkarterri. Ayer domingo el grupo de teatro Balmaberria y Txabariex animaron las calles.

"Personas, no números"

"La iniciativa nos parece genial. Supone un empuje para el comercio", valoró Sonia Velarde desde la tienda La Balanza, que lleva "más de veinte años" en Balmaseda "comenzando como tienda de telas y después de ropa". La decoración "pensada para los niños, ayuda a que tratemos de olvidar los malos tiempos" en los que el coronavirus ha puesto a prueba a la sociedad. Ver las calles vacías en una localidad tan dinámica como Balmaseda chocó a los comerciantes, que durante el encierro difundieron un vídeo en el que prometían que levantarían la persiana con fuerzas renovadas. Al mismo tiempo, demuestra que fuera de las grandes ciudades también se pueden encontrar productos de calidad para encargar las cartas a Olentzero y los Reyes Magos. En el municipio "los regalos vienen más a última hora". Forjan una relación de confianza con la clientela de forma que "no hay problema en que traigan o lleven cosas, se las prueben y, si no pueden pagar este mes, lo apuntamos para el siguiente". "Aquí somos personas, no números en el tique de compra como en los centros comerciales", comparó.

También frente a la plaza de San Juan, Ainara Derteano y Merari Méndez sirven gofres, crepes, helados o batidos de frutas dependiendo de la época del año. Se atrevieron a montar su negocio "hace año y medio", cuando apenas salíamos del confinamiento. "Nos arriesgamos a emprender en plena pandemia apostando por productos de los que casi no hay en el pueblo" conscientes de que "hay días fuertes y otros de desesperanza" en este "difícil" camino. Se alegran de que con la eliminación de las restricciones haya regresado la vida a las calles antes de las funciones de cine, teatro y conciertos en el Klaret Antzokia y las actividades en la kultur etxea que divisan desde su local. Por pedir algo, "un poco más de iluminación en esta zona no vendría mal".

Además, desde que se encendió la Navidad en Balmaseda "mucha gente se acerca a preguntarnos cómo funcionan los tiques para montar en el tren chuchú" que recorre el casco histórico. Desde Balmadenda explican que se necesita un billete que se puede conseguir con una compra mínima en alguno de los 65 establecimientos y diez bares que participan en la campaña. Todos ellos lucen señales y banderines en la puerta siguiendo la temática del tren que se ha elegido como hilo conductor.

Vestido con un uniforme de interventor que recuerda a los que se ven en el concurso de putxeras en alusión al origen de estas ollas ferroviarias, Jorge Gómez Balenziaga, de la empresa Alboan Servicios Turísticos, da la bienvenida en la estación de la plaza de San Severino a los pasajeros para realizar un viaje paralelo por la historia de Balmaseda. Allí mismo los txikis encuentran un espacio para depositar sus cartas a Olentzero y los Reyes Magos.

En el trayecto el tren circula por el jardín de Horkasitas, transformado en un mundo de fantasía. Dentro del edificio se pueden admirar un nacimiento de la Asociación Belenista de Bizkaia, donde han incluido hasta un río, y la exposición Ertibil Bizkaia, para la que ayer se había programado una visita guiada y que permanece hasta hoy domingo en Balmaseda. En la plaza de los Fueros dos botas gigantes rodean el parque de juegos infantiles y en la plaza León Felipe se despliega un cuento de gran tamaño, acorde a las dimensiones del resto de los escenarios.

Un entorno en el que hasta el sábado se podrán efectuar compras utilizando los bonos denda. Cada persona puede elegir cuántos gastar siempre que no se sobrepase la cantidad límite de cincuenta euros por cabeza. Con este sistema pueden beneficiarse de un descuento de cinco euros por cada diez o más o ahorrar diez si compran por un importe de veinte euros o más antes del 18 de diciembre.