En su día “se intentó formar una comisión aparte, se constituyó un foro con los distintos partidos políticos y no pasamos de establecer el protocolo de funcionamiento del propio foro”, repasa el presidente jeltzale de la Mancomunidad de las Encartaciones. La modificación de estatutos en cartera desde hace años se ha conseguido “pensando entre todos lo que ha de ser” la institución, como antesala a “otro modelo de gobernanza” para explotar las posibilidades de la comarca contando con Alonsotegi.El haber logrado consenso ya sienta una base más sólida.

—Desde el principio dije que lo iba a encaminar más por el carácter institucional. Redactamos un borrador y en la Junta General de junio ya presenté el documento de la modificación con un cronograma. Se concedió aproximadamente mes y medio para que la oposición lo estudiara -no solo los integrantes de la Junta General, sino también los que están representados en ayuntamientos adscritos a la Mancomunidad- y formularan propuestas. A partir de ahí, nos reunimos con los que han trasladado aportaciones: EH Bildu, Candidatura Local Independiente de Balmaseda y Zalla Bai. No ha costado ponerse de acuerdo porque han presentado unas propuestas lógicas. Entre todos hemos elaborado un texto que entiendo que moderno, actualizado y nos va a dar cobertura al objetivo final.

¿Es una refundación?

—Yo no afirmaría tanto, por el hecho de que veo los estatutos como un texto vivo que en un momento dado se puede cambiar, siempre y cuando nos pongamos de acuerdo. Se trata de caminar hasta el modelo de gobernanza que decidamos, voy a intentar que con el máximo consenso. Ya en el discurso en la sesión en la que me eligieron presidente en 2019 planteé como objetivo de legislatura que la Mancomunidad se establezca como un liderazgo representativo que organice a la propia institución y otros agentes de la comarca para ir de la mano y evitar duplicidades.

¿Qué servicios entrarán?

—De los ámbitos de la formación profesional, empleo, competitividad empresarial y desarrollo local, plan comarcal de juventud, obras y servicios, ordenación forestal y está muy demandado el servicio relacionado con el transporte y movilidad.

¿En qué sentido? Chocaría con otras instituciones...

—Evidentemente, no vamos a disponer de un transporte público propio. Me refiero a encabezar el diagnóstico de movilidad y transporte y que la Mancomunidad acuda a la Diputación o el Gobierno vasco y no cada Ayuntamiento por su lado. A partir de ahí, podremos empujar, por ejemplo, para el tema del tren, que se está moviendo mucho. Aspiramos no ya a que la línea mejore, sino a que se produzca una transferencia de la competencia al Gobierno vasco y se gestione desde aquí. La idea es que el ferrocarril se convierta en el eje vertebrador y el resto de municipios, en especial aquellos por donde no circula el tren, se alimenten de Bizkaibus.

¿Cuál será el siguiente paso?

—Ya con las competencias definidas, plasmaremos en un documento lo que estamos haciendo, añadiendo lo que vamos a introducir. Si la Mancomunidad se va a erigir en la representación comarcal ha de ir unido a nuestro propio plan y al plan estratégico codependiente del Gobierno vasco, Diputación y los ayuntamientos. Enlazado con la posible entrada de Alonsotegi en la que ya estamos trabajando.

Administrativamente, parece que Alonsotegi está en tierra de nadie.

—Pensamos que, si está en el plan estratégico comarcal y queremos establecer un nuevo modelo de gobernanza a nivel de comarca, Alonsotegi quedaba descolgado y debe pertenecer a la Mancomunidad. Lo debatirán en su pleno y, en su caso, la Junta General de la Mancomunidad ratificará su adhesión. En principio, para servicios sociales de base, euskera e igualdad.

¿Qué ocurrirá con Enkartur y Enkarterrialde?

—Una vez establecido lo que vamos a desarrollar, perfilaremos un plan estratégico basado en la línea de los objetivos de desarrollo sostenible y la agenda 2030 con sus indicadores para ir evaluándonos. Trabajamos también en un estudio jurídico para ver cómo encajamos lo que va a contener el plan estratégico. Al sumar las nuevas competencias necesitamos más recursos. Por ello, estamos comunicando al resto de los grupos la posibilidad de constituir una entidad 100% pública dependiente de la Mancomunidad capaz de ejecutar gran parte de lo recogido en el plan estratégico. Analizaremos si se puede integrar ahí tanto a Enkartur como a Enkarterrialde. Las marcas pueden seguir. Hablamos de reorganizar desde el punto de vista jurídico y de personal.

¿Qué función cumplirá la junta de gobierno?

—Decidir qué vamos a hacer y ejecutarlo a través de la otra entidad en equipo evitando duplicidades con una visión en la que, sin ninguna duda, deben continuar todos los agentes de la comarca. La conformará por lo menos un miembro de cada ayuntamiento que decidan sus respectivos plenos con derecho a voto mas el presidente. Contemplamos meter a la vicepresidenta o el vicepresidente. Eso no quita para que se pueda invitar a expertos para asesorar.

¿Por qué da la sensación de que la comarca no termina de levantar cabeza?

—Enkarterri cuenta con un potencial enorme. A través del plan estratégico se nos está brindando una oportunidad que hay que aprovechar, pero debemos estar bien ordenados. Igual han transcurrido unos años en los que, antes por falta de organización, no hemos sabido trabajar en equipo ni elegir cómo reinventarnos. El plan estratégico comarcal contiene varios proyectos tractores que reflejan lo que necesitamos.

¿Por ejemplo?

—La futura línea de metro va a llegar hasta Alonsotegi, con lo cual el nexo de unión con el resto de Enkarterri ha de tirar en mejores condiciones que el servicio actual. Otro proyecto consiste en la creación de zonas industriales o recuperación de pabellones en desuso. Ahí va metido también el despliegue de la fibra óptica. Impulsaremos la capacitación a través de la FP con San Viator o Maristas para nuevos programas en conjunto. Y formación y emprendimiento de proyectos industriales relacionados con la bioeconomía, un polo de bioeconomía que se puede generar a través del Basque Design Center de Güeñes de forma que que aquí se formen proyectos luego a exportar. Euskadi está en el entorno de las bioregiones con el resto de Europa, con lo cual Enkarterri adquirirá esa proyección. Vamos a transformarnos en el polo de la bioeconomía de Euskadi. Existen proyectos que debemos de trabajar para atraer, que de aquí a 2023 van a ir tomando forma. Si dejamos pasar esta ocasión, entonces ya sí que no sé a qué nos vamos a dedicar.

“No nos ha costado ponernos de acuerdo porque se han presentado propuestas lógicas”

“Ya estamos trabajando en la posible incorporación de Alonsotegi, que quedaba descolgado”

“Igual han pasado años en los que por falta de organización no hemos sabido elegir cómo reinventarnos”