La Banda Municipal de Música de Barakaldo es uno de los referentes de la cultura fabril y su talento volverá a resonar en la que, habitualmente, es su casa, Barakaldo Antzokia. Hasta el próximo 4 de enero, la banda dirigida por Alberto García Espina ofrecerá un total de cuatro conciertos en el teatro fabril en lo que será el reencuentro de la formación con la normalidad. Y es que, por encima de la programación que se ofrecerá, la más importante novedad de esta campaña de otoño denominada Vientos de Otoño es que, por fin, se podrá llenar la totalidad del aforo de Barakaldo Antzokia. "Hoy podemos decir que recuperamos la ilusión con esta campaña de otoño. Ilusión porque con estos Vientos de Otoño recuperamos la normalidad con el teatro nuevamente lleno", señaló Amaia del Campo, alcaldesa de Barakaldo.

La primera de las ocasiones en las que el teatro barakaldarra podrá llenarse hasta los topes para seguir a la Banda Municipal será el próximo día 29 con el espectáculo Roma. En él, la banda interpretará obras como Ben-Hur de Rozsa y Spartacus de Van der Roost, entre otras. "En total, este ciclo cuenta con cuatro actuaciones diversas y atractivas que sin duda nos ofrecen una gran oportunidad de continuar disfrutando de la profesionalidad de nuestra banda municipal de música", desarrolló la primera edil barakaldarra. La segunda de las actuaciones previstas tendrá lugar el próximo 26 de noviembre cuando se interpretará la obra Vikingos del compositor Lionel Beltrán-Cecilia. Por su parte, el 10 de diciembre Barakaldo Antzokia se convertirá en una inmensa macedonia de sonidos y ritmos gracias al espectáculo Músicas del Mundo, en el que la banda fabril interpretará melodías rusas que estarán maridadas con otros sonidos como, por ejemplo, el de la música irlandesa y los ritmos africanos. Para poner el broche de oro a Vientos de Otoño, la Banda Municipal de Música de Barakaldo celebrará el próximo 4 de enero su tradicional Concierto de Año Nuevo, una cita que servirá para dar el pistoletazo de salida a 2022.

Estas primeras cuatro actuaciones de la formación dirigida por Alberto García Espina son una pequeña recompensa al trabajo que ha realizado la banda durante la pandemia pese a las dificultades para hacer cosas tan básicas como ensayar. En este tiempo, además de tener que trasladar al centro cultural Clara Campoamor sus ensayos, han tenido que reducir el número de personas para ensayar. Todo para tratar de poner freno a una pandemia que, ahora, parece dar un ligero respiro.