Sin solución de continuidad, tras su renuncia el pasado 30 de marzo a la alcaldía de Muskiz, Borja Liaño ya empieza a sentirse ilusionado con su nuevo cometido en el pabellón Ilgner de Barakaldo desde donde se encargará del impulso de las doce líneas de proyectos estratégicos para las comarcas de Ezkerraldea y Meatzaldea.Imagino que estos días habrán sido un volcán de sensaciones tras su renuncia y su nuevo cometido. ¡Como se encuentra?.

—Pues ilusionado con este nuevo reto al que me voy a enfrentar. Ya hace dos años dije a mi partido que esta iba a ser mi última legislatura y en este proceso ha surgido una oportunidad que me parece muy interesante para el futuro de dos comarcas desfavorecidas como Ezkerraldea y Meatzaldea.

¿En que va a consistir su nuevo cometido?.

—Esto surge en 2017 con una ponencia del Gobierno vasco en el que se aprueba tomar actuaciones para hacer un Plan director para reactivar económicamente las conocidas como Zonas de Actuación Preferente y en base a diversos trabajos y estudios previos que se han hecho con grupos motores y a través de taldes en los que han participado vecinos, empresa, e instituciones han dado lugar a un plan con varias líneas estratégicas a desarrollar, seis por cada comarca. Mi función es que esos planes se impulsen.

Vaya diferencia con pasear por el pueblo y ver si hay alguna baldosa rota o hablar con los vecinos para escuchar sus demandas.

—Y es un chip que aún no he logrado quitarme. Voy por la calle y sigo fijándome en las cosas de la misma manera. No en vano han sido muchos años en el Ayuntamiento pendiente de desarrollar proyectos que mejoren la vida de tus vecinos y vecinas. El estar en la calle para un cargo público es fundamental porque la gente del municipio es la que te permite pulsar lo que la gente le pide al municipio tanto en el corto plazo como en el largo plazo para proyectos importantes.

De esos proyectos importantes ¿cuales destacaría de su etapa como alcalde?.

—Sería un resumen prolijo pero sin duda creo que Muskiz ha mejorado mucho su vialidad mejorando las condiciones de conectividad de los barrios y luego hay proyectos que en algunos casos ya están acabados como el paseo fluvial, la ampliación del polideportivo las pistas cubetas de tenis o las piscinas, el ascensor de Sobalbadun, y otros a punto como el nuevo Instituto que ya tiene la licencia de obra.

Ainara Leiba ya es alcaldesa de Muskiz. ¿Se anima a darle algún consejo para su nuevo cometido en el Ayuntamiento?

—Ainara entra en un Ayuntamiento que está en marcha, que tiene proyectos sobre la mesa para sacar adelante. Lo único que yo diría que tiene que tener una persona que va a trabajar en estas cuestiones, es sensatez, mucha ilusión por hacer cosas, por soñar con hacer cosas por su municipio y luego, trabajo, trabajo y mucha humildad pero sobre todo capacidad de soñar y tener ilusión. El resto y con el apoyo de los compañeros, se hace.