El barrio de El Puerto de Zierbena está marcado por una orografía singular que desde tiempos inmemoriales ha determinado su crecimiento desde el nivel del mar hacia el interior del territorio ajustándose al perfil del rocoso terreno que se asoma a la lámina de agua. Fruto de este condicionante muchas de las casas del enclave portuario se asientan de manera ascendente sobre materiales rocosos de diferentes tipologías que durante décadas han estado expuestos a la acción de los elementos y por tanto sometidos a su desgaste. Una situación de riesgo que fue detectada por los servicios técnicos del Ayuntamiento zierbenato en ambas laderas de la bocana del puerto, si bien la registrada en la zona izquierda, donde se ubica la pérgola, presentaba un mayor afección por lo que fue intervenida en 2018. Ahora tras superar las limitaciones impuestas por la pandemia ha llegado el turno a la ejecución del aseguramiento de la ladera derecha donde se ubican varias edificaciones que asciende hacia la carrera que une El Puerto con Santurtzi.“El seguimiento efectuado por el Ayuntamiento puso de manifiesto que se habían producido varios desprendimientos pequeños pero sobre todo se pudo constatar la existencia de desplazamientos en la zona alta del camino de la trasera del hogar del jubilado donde además se ha apreciado una grieta e incluso el desprendimiento de una parte del murete. Eso supone que el suelo está cediendo”, señalaban a DEIA técnicos municipales que recordaron que un problema similar se registró en la ladera opuesta.

“En esta zona existe un riesgo cierto de deslizamiento e incluso de desprendimiento que podría llegar a cortar la carretera”, subrayaron los técnicos quienes estimaron que la obra, iniciada a finales de enero podría estar finalizada a finales de abril o principios de mayo. “El plazo de ejecución es de seis meses y si bien están teniendo problemas con el suministro de los cables tensores que afianzan los bulones que se están insertado en la roca, pensamos que la obra se acabará antes”, apuntaron.

Esta obra de aseguramiento de la ladera comenzó con una limpie exhaustiva de la ladera tras lo cual se está procediendo al afianzamiento de la misma mediante bulones atirantados y la extensión de varios tipos de mallazo para evitar el desprendimiento de rocas. “Con el tiempo, al igual que está sucediendo en la otra ladera ya afianzada, la vegetación irá colonizando el mallazo ocultado buena parte el hierro y el acero empleado en la sujeción de la ladera”, señalaron los técnicos municipales quienes resaltaron la importancia de esta actuación como paso previo a la urbanización del camino que asciende desde la trasera del hogar de los jubilados hasta el límite viario con Santurtzi. “Es una obra prevista en el presupuesto participativo de este año que se verá mediatizada por esta intervención ya que deberá alejar las canalizaciones de la zona que se está recuperando”.