La calle Pablo Sorozabal de Sestao era, hasta septiembre, un lugar normal, tranquilo, en el que el vecindario vivía sin problemas de convivencia. Pero el pasado mes de septiembre todo empezó a cambiar cuando llegó al número 5 de esta calle Koldo, un hombre de 51 años que, tal y como aseguran los vecinos de esta zona de Sestao, "ha convertido nuestro día a día en un infierno". Ruidos y golpes en casa a todas horas, amenazas de muerte a vecinos y hasta una reciente agresión es una parte de todo lo que denuncian los residente de esta zona que confiesan estar "hartos" y sentirse "desprotegidos".

Esta calle se ha convertido en un lugar habitual de visita Precisamente los agentes locales han detenido en dos ocasiones al vecino y puesto a disposición judicial. No obstante, la justicia le ha dejado en libertad para volver a la calle. "La situación es insostenible porque la paciencia se agota. Estamos en manos de que un juez diga que este señor no puede vivir en sociedad", señaló Kristina, una de las vecinas de esta calle de Sestao. Ella ha sido una de las personas a las que el vecino conflictivo, al parecer, habría amenazado. "Me ha amenazado en plena calle con un cuchillo y un martillo y hay vecinos que fueron testigo de ello. Luego viene la Policía y nos dice que no hay indicios de delito. Nos sentimos abandonados", expresó esta mujer que, "a causa del estrés que me genera todo esto", presenta un eccema bien visible en las manos. "Hay personas mayores que ya ni siquiera quieren salir a la calle. Tienen miedo y es totalmente comprensible", explicó Águeda. Ella y su familia, especialmente su hijo, acostumbran a ser, según el relato de los vecinos, el centro de las iras, las amenazas y los improperios del vecino conflictivo. "Los provocaciones son constantes, ayer mismo me dijo que me iba a hacer la piel tiras", indicó Jokin, el hijo de Águeda.

Para más inri, en el caso de ellos dos, tienen lazos familiares lejanos con el vecino conflictivo. "A mí lleva amenazándome desde los 13 años y tengo 19. En su día, tuvimos un juicio y nos mandaron a mediación familiar y ahora, en septiembre, después de que saliese de la cárcel por otras cuestiones, los gritos, amenazas y provocaciones son constantes. Me ha sacado un cuchillo en plena calle, he tenido conflictos con él en plena Gran Vía, situaciones que me han dado vergüenza... El otro día el juicio que teníamos por uno de estos episodios no se pudo celebrar porque se puso a gritar que nos iba a despellejar", señaló este joven. Según los vecinos de esta calle, hace diez días Koldo pasó de las amenazas a los hechos. Su víctima fue Danel, un joven que hoy tiene cinco puntos de sutura en el pómulo y la zona aún amoratada. "Volvía de trabajar e iba por la Gran Vía, me gritó, me quitó los cascos que llevaba en los oídos y me amenazó con echarme al perro. Me volvió a gritar, me giré y finalmente, me echó al perro. Mientras me atacaba el perro, me pegó con una barra de madera en la cara. Para que no me siguiese pegando, lo tiré al suelo", aseguró el joven.

Esos son algunos de los hechos que han sucedido desde septiembre a esta parte, pero el relato del vecindario de esta calle es mucho más extenso y va desde "escupir por la ventana a la gente en plena pandemia" a "invitar a una niña de 9 años a subir a su casa", hechos por los que, al parecer, los padres de la menor avisaron a la policía.

"Van contra mí"

Por su parte, el presunto vecino conflictivo, Koldo, accedió a atender a los medios. "Todo lo que cuentan es mentira, nunca he amenazado a nadie. Son una organización criminal, una banda organizada telemáticamente", señaló este hombre que admitió haber estado ya en prisión por cuestiones que definió como "estrictamente personales". En cuanto al último de los episodios que se le imputan y por lo que ha sido denunciado, la agresión de hace diez días a Danel, Koldo señaló que fue él mismo el "agredido", "me arrastró quince metros por el suelo", mientras mostraba un rasponazo en un costado. Ayer, una vez más, la Ertzaintza fue testigo de los gritos y provocaciones que este hombre profiere desde su ventana a sus vecinos, quienes, "hartos" denunciaron públicamente la situación que se está dando en su calle.

"A mí me ha amenazado en la calle con un cuchillo y hay vecinos que fueron testigos de ello"

Vecina de Sestao

"Me gritó, me echó al perro y mientras este me atacaba me pegó con una barra en la cara"

Vecino de Sestao