ANA Rosa Díaz lleva 17 años al frente de una peluquería en la Avenida de El Minero de Gallarta (Abanto Zierbena) y se considera una “privilegiada” en este contexto de pandemia, “ya que mal que bien, con altibajos, podemos abrir todos los días nuestro negocio mientras que la hostelería lleva cuatro meses cerrada y eso, si lo tuviera que trasladar a mi negocio, sería insostenible”, apunta la santurtziarra afincada en Muskiz. Así que ve como un gran acierto la campaña del bono All Iron que el Ayuntamiento abantoarra pondrá en marcha entre el 21 y el 31 de diciembre para ayudar a la maltrecha hostelería local. “No sé de quién habrá sido la idea, pero desde luego es de reconocer que nos ha sorprendido por su sencillez y por la sinergía que establece entre el comercio y la hostelería local”, agradece Roberto Estepar. Es hostelero y miembro de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros de Abanto Zierbena, ACHA, y habitualmente comparece para presentar las campañas que realizan desde la asociación con el apoyo municipal, como el reciente bono denda de otoño. “Esta iniciativa de All Iron, a diferencia del bono habitual, no supone una inversión previa que luego materializas en uno u otro comercio, sino que se limita ofrecer al cliente del comercio un descuento de diez euros destinado a relanzar la hostelería”, abunda Roberto mientras un cliente habitual indicaba que “menos mal que vuelven a estar abiertos los bares porque ya estaban tristes hasta las calles”.

Una expresión que tenía su contrapunto en la algarabía que se vivió en algunas de las terrazas de la plaza Haritzalde de Las Carreras. Allí cuadrillas y familias sorteaban el fresco de la mañana a golpe de café y mascarilla de quita y pon. “Se ha notado que había ganas de volver a reunirse en los bares y disfrutar con los amigos y, la verdad, se nota que los clientes vienen más concienciados de que hay que respetar las medidas de seguridad en el uso de la mascarilla y en el límite de aforo”, sentenciaba Nerea Bermúdez, que con tan solo dos mesas en el interior del local, tiene la suerte de contar con una terraza en los soportales de uno de los edificios de Haritzalde. “La idea del All Iron es muy importante para los hosteleros que se apunten porque los vales que va a sacar el Ayuntamiento se repartirán de manera equitativa entre todos los participantes y para los vecinos es como un aguinaldo de diez euros por apoyar al comercio local.

Colaboración

“El comercio y la hostelería siempre han ido unidos y esta iniciativa no hace más que demostrarlo de nuevo”, señalaba la concejala de Comercio, Iratxe Etxeandia quien subrayó que “cuando compras un producto a través de una plataforma web obtienes un producto, sí, pero cuando lo compras en nuestros comercios te llevas mucho más”. Y es que los 900 bonos de 10 euros que va a sufragar el Consistorio “van a suponer al menos 18.000 euros de compras aseguradas en el comercio local y al menos 9000 euros de consumo en la hostelería”, subrayó la edil.

El plazo para que comercios y hosteleros se apunten en la Agencia de Desarrollo Local a esta iniciativa que supone una singular y pionera simbiosis del comercio, la hostelería y los vecinos finalizará el próximo día 18, ya que esta cadena de consumo estará en vigor entre el 21 y el 31 de diciembre. “Con la nueva apertura de la hostelería y en puertas de la Navidad, queremos dar un empujón más a nuestra hostelería y y comercio, pero también a los bolsillos de nuestras vecinas y vecinos. Con los bonos All Iron formamos un equipo y juntos vamos a reactivar la vida de nuestro municipio”, indicó la alcaldesa, Maite Etxebarria.

Cada vecino solo podrá beneficiarse de dos bonos como máximo mientras que los establecimientos también tendrán un número máximo de bonos canjeables. “Cuando se agote el cupo de bonos de un hostelero, éste contará con un cartel para anunciarlo a los clientes de manera que sepan que allí no pueden canjearlo y deberán acudir a otro establecimiento hostelero para utilizarlo”, recuerda Roberto Estepar.