Los jugadores del club de baloncesto en silla de ruedas, Bidaideak Bilbao BSR, Jannik Blair, Asier García, Xabi Iragorri y Jordi Ruiz llegaron al salón de actos del IES-BHI Dolores Ibarruri de Abanto Zierbena cargados de medallas de todos los colores, logrados en escenarios estatales e internacionales tan relevantes como los Juegos Paralímpicos o la Euroliga del pasado año lograda ante el conjunto turco del Besitkas.

Sin embargo, no fueron los brillos del metal lo que deslumbró al alumnado de Bachiller del centro gallartino y a sus profesores y tutores, sino el coraje y el pundonor del que hicieron gala estos deportistas para abrir sus corazones y vivencias a una pléyade de adolescentes que aún están en edad de encontrar referentes válidos para su desarrollo futuro. Y lo hicieron en el marco de la jornada inaugural del programa europeo Erasmus+ Mens sana in corpore sano: young healthy students en el que participan otros cinco centros educativos de Bulgaria, Italia, Serbia y Turquía” y Euskadi.

Una iniciativa subvencionada por la Unión Europea que tiene como objetivo reforzar los lazos interculturales de la juventud y tender puentes bilaterales entre adolescentes de estos centros educativos. Se asientan, así, las bases de futuras generaciones saludables fomentando hábitos deportivos desde edades tempranas. Un propósito que se articula entorno a la expresión latina Orandum est, ut sit mens sana in corpore sano. Es decir: deberías rezar por una mente sana en un cuerpo sano, utilizada por Juvenal. El poeta romano postulaba que, en contraste con la riqueza y la fama, que son precarias, la salud física y mental representan los bienes básicos por los que debe luchar un sabio.

Trabajo e inclusión

Verdades o axiomas que secundó el presidente del club bilbaino, Txema Alonso, quien enfatizó dos importantes mensajes: sin esfuerzo no hay nada, y hay que luchar por una sociedad más inclusiva. “Estos chicos no han llegado a donde lo han hecho porque tengan unas cualidades innatas tremendas. Todo lo contrario. Practican deporte a pesar del dolor, a pesar de su limitación física, a pesar de que nada se les pone fácil para ello y a veces, en algunos deportes adaptados contra toda lógica como jugar a fútbol siendo ciego o andar en bicicleta sin tener capacidad para pedalear. Todo es esfuerzo en la vida”, planteó Txema Alonso. De esta forma aglutinaba las explicaciones que con anterioridad habían dado los jugadores sobre las causas que les llevaron a quedar postrados en una silla de ruedas, como accidentes, o las disfunciones que les han llevado a practicar el deporte adaptado. “En nuestro caso del basket el esfuerzo es más claro, ya que no hay un activo anterior, no hay un regalo de la naturaleza, sino todo lo contrario”, remarcó Alonso.

En segundo lugar, el presidente del club bilbaino, hizo mención y arengó a los jóvenes en la necesidad de luchar por una sociedad más inclusiva. “Cuando yo era un niño también había una pandemia que, era la de la polio, que dejaba a miles de niños y niñas en situación de discapacidad en la movilidad. Estos niños se comían los recreos en la biblioteca o en la capilla, que entonces era obligatorio. Se ha avanzado mucho en esto, pero en cada uno de vosotros también late la posibilidad de construir una sociedad más inclusiva, no solo en torno a la discapacidad o diversidad funcional, sino también en avances en la igualdad sobre todo de la mano de vosotras las jóvenes como constructoras de vuestra realidad social, así como en otros campos como el de las minorías étnicas que padecen la exclusión por razón de su procedencia”, estimó Alonso.

El programa Erasmus + continuará en adelante con actividades virtuales para combinarse, cuando lo permita el covid, con la movilidad en el extranjero que posibilite desarrollar competencias lingüísticas y el desarrollo de otras estrategias de formación integral.