L coronavirus “se ha empeñado en ser protagonista de principio a fin” en la exposición de 68 dibujos realizados durante el confinamiento en cuatro establecimientos comerciales de Zalla, según cuenta resignado Gorka Belasko, el profesor que ha impulsado la iniciativa. Había proyectado retirarlos en una kalejira animada por bertsolaris que insuflara ánimo para convivir con la pandemia a los vecinos y el sector comercial, pero la curva ascendente de positivos y las consiguientes restricciones de actividades y aforos han dado al traste con sus planes. Pese a todo, se queda con la recepción favorable de la iniciativa que puede derivar en otros caminos artísticos gracias al denominado Biruscrawl: el encuentro artístico a nivel Euskadi para pintar paisajes cotidianos en casa o vistas desde ventanas y balcones.

Aunque “no haya sido visualmente todo lo impactante que teníamos previsto, había que darle un final digno tras haber sido disfrutada por una gran cantidad de público” a la muestra que ha lucido en los escaparates de la carnicería Juantxu, la pescadería Ulanga, Enkarfruta y La despensa de Josu, segmentadas según el tipo de producto de cada establecimiento. Gorka Belasko ha recibido “numerosas felicitaciones”, de la misma manera que por parte de los establecimientos anfitriones, que “han adquirido más del 70% de los dibujos”. Además, “hay algún particular interesado y me ha salido otra propuesta para hacer algo en esta línea en Barakaldo en el entorno de Beurko, el instituto en el que trabajo”. Así se cierra el círculo, puesto que “este proyecto se gestó con el alumnado de Beurko” de las sugerencias que Gorka les formulaba “mientras estábamos recluidos en la cuarentena, para desarrollar desde casa la asignatura de dibujo artístico que imparto”.

“Todas las previsiones se han superado” también en lo que respecta a la repercusión de la exposición a nivel mediático -Gorka ha añadido junto a los dibujos algunos de los reportajes publicados en prensa escrita para contextualizar la exposición- y otra derivada más: “Me ha salido una propuesta para diseñar una etiqueta de txakoli, de una bodega encartada que quiere posicionar uno de sus productos en un nicho de mercado muy diferente”. Por todo ello, la experiencia de “volver a exponerme al veredicto del público por primera vez en 2003, cuando participé en una muestra en el bar El balcón de Zalla de la mano de José Ángel Saratxaga, que ahora regenta el Pintxo i Blanco de Balmaseda, ha resultado muy fructífera”.

Todo nació de las convocatorias sketchcrawl, es decir reuniones periódicas de aficionados al dibujo en diferentes municipios para pasar el día inspirándose en edificios, objetos y paisajes para plasmarlos en ese mismo momento en sus cuadernos. Ante la imposibilidad de llevar a cabo la excursión que habían programado para el pasado 25 de abril, llamaron a dibujar desde sus respectivos hogares y colgarlo en las redes sociales. Se unió el alumnado del instituto Beurko. Las tiendas de Zalla tuvieron un papel destacado en las composiciones que envió, realizadas mientras aguardaba su turno para comprar, un homenaje a los comercios esenciales en lo peor de la pandemia.

Surgió de una quedada virtual a iniciativa de Gorka Belasko, que extendió el proyecto a su alumnado de Beurko