- El primer semestre de Txema Ezkerra como edil de Promoción Económica y Comercio del Ayuntamiento de Portugalete está siendo duro y lleno de trabajo. El coronavirus ha sacudido al comercio y la hostelería local, gremios que, a juicio del edil, precisan "ahora más que nunca consumir en ellos. Solo así saldremos de esta situación".

Las calles de Portugalete, poco a poco, toman color, vida y movimiento.

—Parece que muy poco a poco las calles vuelven a tener vida, vuelve a haber algo de movimiento. La apertura con muchas limitaciones de comercios y algunos establecimientos hosteleros va haciendo que recuperemos espacios. Vamos en la buena dirección, pero esto exige mucho compromiso individual para recuperar la actividad económica y que los comercios y locales hosteleros puedan volver a abrir. Para que todo pueda ir bien debemos ser responsables y poner todo de nuestra parte para evitar contagios y no dar pasos atrás.

¿Ha sido esta pandemia la prueba de que sin comercio ni hostelería los pueblos se mueren?

—Esta situación nos ha puesto frente al espejo. Estábamos viendo cómo poco a poco iban cerrando negocios y locales hosteleros, y con ello las calles perdían vida. Ahora hemos visto cómo cuando solo pueden abrir unos pocos servicios básicos los pueblos pierden vida, movimiento y luz y no solo eso, sino que nos dificulta la vida e influye en la economía social. Ahora más que nunca debemos estar con el comercio, la hostelería y los negocios locales y consumir en ellos. Solo así saldremos de esta situación.

Hasta hace poco se hablaba de revitalizar el comercio y la hostelería jarrillera. ¿Ahora habrá que hablar de intentar que los que están no cierren?

—Hay que intentar ambas cosas y vamos a trabajar en todo ello. Hay que intentar que no haya cierres y que, si los hay, sean los menos posibles y también posibilitar el emprendizaje. Tenemos que aunar ambas cosas. Ahora, lo más inmediato es ayudar a quienes han tenido o tienen que mantener cerrados sus negocios. Así lo indican las líneas de ayudas que hemos sacado adelante, pero también hay que crear condiciones para nuevos proyectos.

Para impulsar los negocios que han tenido que cerrar a causa del estado de alarma, han puesto en marcha una partida de ayudas de 1,1 millones de euros.

—La economía ha entrado en un momento de shock y esto requiere focalizar bien las prioridades y atender a las situaciones concretas que se han dado. Por eso en esta línea de ayudas tiene un peso muy grande el cese de actividad de los locales comerciales. Hay negocios que han tenido que bajar la persiana y queremos dar prioridad a esos locales que además de tener que parar han tenido que afrontar una serie de gastos fijos. Estas ayudas tienen dos requisitos: haber cesado la actividad o haber reducido el volumen de negocio en, al menos, un 75%, y tener un local comercial. Para todos ellos habrá 900.000 euros en ayudas. Abrimos el periodo de recogida de documentación el martes y ya estamos recibiendo un buen número de ellas. Queremos que haya un plazo amplio para que pueda presentar la solicitud todo el que pueda acogerse a estas ayudas.

También han destinado 40.000 euros a subvencionar todas aquellas adaptaciones que tengan que hacer los negocios a consecuencia del covid-19.

—Así es. Hemos sacado dos líneas de ayudas: una, para subvencionar la inversión en prevención del covid-19, y otra, para la modernización de los locales. La primera de ellas tiene una dotación de 40.000 euros y la segunda, de 50.000. A todo ello se suman otras iniciativas como la puesta en marcha de dos campañas de Bono Comercio de 50.000 euros cada una de ellas.

¿Va a haber más paquetes de ayudas al sector a medio plazo?

—Este es el punto de partida. Para sacar adelante estas ayudas el Ayuntamiento ha hecho un esfuerzo muy importante. Veremos si van llegando iniciativas de otras instituciones o programas complementarios que tengan que desarrollarse desde el Ayuntamiento.

Desde el Ayuntamiento han llevado a cabo un rediseño de las terrazas de hostelería para tratar de que el sector pueda funcionar en esta situación.

—Hay unas 160 licencias de terraza en Portugalete, una cifra muy considerable teniendo en cuenta la extensión y la orografía de la villa. Las condiciones van cambiando, pero desde el primer momento tuvimos claro que en las terrazas en las que fuese posible ampliar el número de metros, se haría. Pero hay que garantizar que no impidan la accesibilidad, que no estén situadas en portales... Esto hace que haya un número de terrazas en la villa que, por desgracia, no puedan acogerse a las ampliaciones. Veremos fase a fase de esta desescalada qué se puede hacer y qué alternativas podremos manejar en función de la situación de cada momento.

¿Qué le diría a la ciudadanía jarrillera?

—Que sigamos siendo responsables porque hay muchísimo en juego. No podemos permitirnos el lujo de dar ningún paso hacia atrás.

"Ahora debemos estar con el comercio, la hostelería y los negocios locales y consumir en ellos; solo así saldremos de esta situación"