Para echar raíces profesionales se retrotrajo a sus raíces familiares. Un terreno en Artzentales desde el que se divisa el monte bocinero Kolitza fue el lugar elegido por Borja López para plantar su negocio, reconocido como finalista de los premios a la excelencia agrícola que otorgan Lorra y Laboral Kutxa. De una parcela de ocho hectáreas, 2,5 de las cuales están cultivadas sale una gama de 250 productos libres de productos químicos, que en buena parte terminan en restaurantes de prestigio y también se pueden adquirir en venta directa para cultivar un vínculo estrecho con los clientes. Los alimentos de Artzentales-Eko, que así se llama la empresa que recogió su primera cosecha en 2012, están avalados por el certificado por el Consejo de Agricultura Ecológica de Euskadi e integrados en el movimiento Slow Food.

Mientras trabajaba en la escuela agraria de Derio, donde "ayudaba con la formación y a preparar proyectos", la incertidumbre sobre un futuro laboral que no veía claro que tendiera a alcanzar una posición más estable le movió a dar un paso más y convertirse en emprendedor. Poco después se le presentó la opción de comprar una parcela en el barrio Górgolas de Artzentales, localidad "de donde procede parte de mi familia". Se quedó prendado del lugar "en el corazón salvaje e intacto de la naturaleza, junto al bosque de Tejea o Tejera". Allí "aún se conservan más de 300 tejos, algunos milenarios, rodeado de caballos autóctonos o pottokas, vacas de raza monchina que viven libres desde que nacen, ciervos, corzos o jabalíes". "Soy un autónomo más que perfectamente puede subir a la explotación a las 10.00 horas y terminar a las 22.00", dice Borja, sobre una rutina en la que veces le faltan las horas. Y eso que en un principio Artzentales-Eko iba a abarcar más actividades. Al visitar el lugar intuyó potencial como agroturismo a dos edificios dentro de su futura propiedad que precisarían una profunda reforma. Incluso se formó en cursos de turismo rural. Sin embargo, "me di cuenta de que no resultaba tan sencillo".

Sin descartar llevar a la práctica esa idea más adelante, prefirió ponerse en marcha con una explotación de agricultura ecológica que surta las demandas en todo tipo de mesas, desde el día a día de cualquier familia a la alta cocina vasca que mima la cosecha de la huerta más tradicional.

Catálogo en la web En el catálogo de la explotación -disponible en la página web www.artzentaleseko.com y su perfil en Facebook que van a potenciar aún más- no faltan la cebolla morada de Zalla, guisante de lágrima, alubia encartada o pimiento de La Barranca que llegan a los hogares en cestas semanales en pedidos de productos de temporada disponibles en un catálogo en la web que viajan hacia otros puntos de Enkarterri, Ezkerraldea, Eskuinaldea o Bilbao. La producción se entrega con periodicidad quincenal, "aunque en algunos casos si el cliente lo estima necesario, se pueden realizar repartos una vez por semana". Él y las "tres o cuatro personas que también trabajan en Artzentales" efectúan los repartos "los martes con vistas a las comidas de los días de labor y los viernes, de cara al fin de semana".

La etiqueta ecológica "engloba un manejo de la tierra, variedades tradicionales y semillas adaptadas a la zona", explica Borja, habitual de la feria del Gazta Eguna de Turtzioz y la de Gangas de Zalla, donde ha ganado premios en las categorías de hortalizas y sello ecológico. No se prodigan más. "Es complicado, es difícil que la gente luego se quede dando un paseo con las bolsas en la mano", argumenta. La distinción de Lorra y Laboral Kutxa viene a sumarse a esta carta de presentación. "Hay que inscribirse, realizan una selección y visitan las explotaciones, lo miran todo muy bien. Para nosotros, supone todo un espaldarazo figurar entre los finalistas", se felicita Borja López.