Balmaseda - Ayer, coincidiendo con la celebración de su 821 cumpleaños un día después de la fecha oficial, Balmaseda alzó la vista al Cerro del Castillo, de donde partía la muralla que circundaba la villa. Mediante un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la Cátedra Unesco de Paisajes y Patrimonio de la Universidad del País Vasco, el municipio recuperará los restos de una de las fortalezas de esta tipología mejor conservadas de Bizkaia. Un trabajo que “hoy comienza a andar”, según expresó el arquitecto Urtzi Llano, una de las personas que llevará a cabo el proyecto.

La iniciativa mejorará “la interacción de la villa” con la colina que domina el casco histórico y comenzará por “elaborar un diagnóstico del estado actual conforme a los elementos preexistentes para comprender la magnitud de lo que se debe divulgar” en torno al asentamiento medieval que cayó en desuso tras las guerras carlistas. La investigación tendrá en cuenta trabajos anteriores, como el plan del paisaje elaborado por la entidad Ikusmira Ondarea. Se trata de “llegar a una identificación y recuperación de elementos ligados a una memoria colectiva que nos retrotrae a un legado”. El Cerro del Castillo “adquiere un sentido y un contexto: protege una forma de vida, la entrada y salida a un territorio enclavado en la ruta estratégica que comunicaba con el mar”, desde la meseta castellana hasta Castro Urdiales, uno de los caminos comerciales que hicieron florecer a Balmaseda al convertir a la villa en un punto estratégico por ser paso obligado. Y de la misma forma “protegía el acceso a Enkarterri”.

Singular y con potencial “Le reconocemos un gran potencial, así como a los vecinos de Balmaseda, que toman cada vez más conciencia de su singularidad”, añadió. En este sentido, gran parte del mérito corresponde a la asociación Orexinal, que ha enfocado desde su nacimiento gran parte de sus actuaciones a integrar el Cerro del Castillo en el conjunto patrimonial y difundir su azaroso pasado. “Ha sido nuestro primer objetivo. Se ha limpiado, se ha iluminado -la última vez ayer mismo tras la comida popular de aniversario de Balmaseda que albergó el frontón-, la pasada Navidad Olentzero y Mari Domingi bajaron desde allí y resulta gratificante comprobar cómo está en nuestras calles”, agregó Aitor Ibargüen, integrante del colectivo cultural.

Aun así, “todavía está poco visibilizado desde Balmaseda”, según considera el arqueólogo José Luis Solaun, quien equiparó el trabajo que aguarda en Enkarterri con el llevado a cabo en el castillo alavés de Portilla y la restauración de la catedral gasteiztarra de Santa María. Además, colaborará Agustín Azkarate, arqueólogo reconocido con el Premio del Patrimonio Arqueológico Europeo. De esta manera, la Cátedra Unesco de la Universidad del País vasco “reafirma su compromiso social” mostrado en el estudio y consolidación de otros lugares emblemáticos en territorio vizcaino, como “las galerías de Punta Begoña, en Getxo o el palacio Munoa de Barakaldo”, según detalló Urtzi Llano.

En Balmaseda “queremos construir un proyecto integrador y con una visión global del Cerro del Castillo y el patrimonio que lo rodea”, señaló el alcalde, Aitor Larrinaga, porque “es una herencia que tenemos la obligación de preservar; a veces hemos dado la espalda a nuestra historia”. Las intervenciones aunarán “información, divulgación e investigación”, de manera que se cree “una hoja de ruta que nos sirva no solo a nosotros sino también a las corporaciones venideras”. Por esa razón, el convenio se rubrica inicialmente con un contenido más genérico que se irá completando con anexos más concretos a medida que avancen las actuaciones.