Sopuerta - Ahora sí que ya han empezado a encender los motores y están ansiosos por que llegue el 15 de febrero. En esa fecha deberán personarse en Tánger, en la línea de salida de Uniraid, la competición abierta a la participación de estudiantes con edades comprendidas entre los 18 y los 28 años que recorrerá Marruecos en siete etapas desde la cordillera del Atlas hasta el desierto. Y todo ello en coches que superen los veinte años de antigüedad que ellos mismos ponen a punto. La aventura no asusta a los alumnos del Grado Superior de Automoción del centro San Viator de Sopuerta, que están doblemente ilusionados, puesto que la prueba lleva aparejado un proyecto solidario: la entrega de material en núcleos seleccionados por la organización. La caravana encartada ha elegido transportar bicicletas para que los largos desplazamientos al colegio resulten más fáciles para la juventud. Estos días están recibiendo clases en la tienda deportiva Demobike de Zalla para aprender a arreglarlas y enseñárselo a su vez a sus futuros dueños.

Cruzarán el estrecho de Gibraltar "con la idea de llevar tres o cuatro bicis en cada uno de los cuatro coches y montar pequeños talleres en dos escuelas marroquíes para transmitirles lo que nosotros sabemos", explica Mikel Rama, uno de los ocho componentes de la expedición de Sopuerta. Para ampliar conocimientos "hemos seleccionado para la clase práctica en Zalla tres bicicletas con tres sistemas mecánicos diferentes, ente ellas una infantil" y también condujeron uno de los coches para poder aprender in situ a acoplarlas "a la baca, donde seguramente viajarán". Además de la mejoría en la calidad de vida de los lugareños que representará pedalear en comparación con las caminatas a pie, "pensamos que se trata de un medio de transporte viable y ecológico". Dado que la organización de Uniraid pide que se cargue con al menos cuarenta kilos de material solidario, adjuntarán "cuadernos, cuentos, cuentos, ropa, calzado o calcetines", atendiendo a las recomendaciones de los promotores del rally sobre las necesidades más acuciantes. Una vez en Marruecos, la organización se encargará de acercar los objetos hasta su destino final.

En ediciones anteriores otros equipos aportaron hornos solares para áreas del desierto que no cuentan con leña, han diseñado una plantación de palmeras con un sistema de riego por goteo que acciona la energía solar, han equipado aulas informáticas para tres escuelas, han donado máquinas de coser, han modernizado el sistema de extracción de agua de pozos en aldeas remotas y han contribuido a optimizar el sistema de iluminación al introducir tecnología led, con un ahorro resultante del 90%, entre otros ejemplos de actuaciones similares a la que pondrá en marcha el alumnado de Sopuerta.

Cultura emprendedora El material que llevarán desde San Viator está subvencionado por el Gobierno vasco a través del programa Cultura emprendedora, señalan desde el centro. A pesar de que otros estudiantes ya se sumaron a la comitiva de Uniraid en años anteriores "cada evento es diferente y queremos vivir la experiencia por nosotros mismos", dice Mikel.