D e gran acierto cabe calificar el cambio de ubicación de la diversa oferta que comprende la feria agrícola y ganadera de Ortuella, situando la cita ganadera en la plaza del Ayuntamiento -mucho más recogida para los animales- , la agrícola y activa en la Plaza Otxartaga y contar con el Paseo Europa para las actividades destinadas a los más pequeños con los paseos en burra y buey. “El cambio se llevó a cabo ya el pasado año por indicación de los ganaderos, ya que la plaza Otxartaga dejaba al ganado durante mucho tiempo expuesto al viento y al frío y mantener la apuesta por la plaza de Ayuntamiento permite generar ambiente en dos áreas del municipio, ya que el ganado tiene también un numeroso público”, recordó la concejala de Cultura, Ainhoa Hernández quien se felicitó por la gran asistencia que vivió el evento durante toda la mañana.

La feria comenzó a las 9.30 horas en las plazas de Otxartaga y del Ayuntamiento con el despliegue de más de cincuenta puestos y carpas para los productos agrícolas y del caserío y cerca de veinte corrales que reunieron a un centenar de cabezas de diferentes categorías: rebaño de cabras, burras, caballos, vacas y bueyes. Este año, como novedad, se abrió un “núcleo zoológico” que albergó en la zona central de la plaza del Ayuntamiento un par de corrales con ejemplares de llamas, cebras, ponis cebra, yaks o un dromedario, así como perros de diferentes razas, como el pastor vasco.

Sin embargo, en esta edición otro tipo de animales, en este caso alados, despertaron el interés de los congregados en la plaza Otxartaga. Se trataba de cuatro ejemplares de aves utilizadas en la cetrería como el gavilán, el azor, el halcón peregrino o el cernícalo americano. Llegaron a Ortuella de la mano de la Asociación de Cetreros del Nervión, nacida hace unos seis años para dar cobijo a los amantes de la cetrería y que ayer hicieron una demostración de las habilidades de estas aves. “Aún hoy la disciplina llama mucho la atención porque está poco difundida. No hay tantos aficionados, ya que es una actividad que exige dedicación y tiempo”, señalaba Txetxu Mogreda, quien señaló que en Meatzaldea hay zonas donde los aficionados suelen venir a soltar sus aves. “El halcón peregrino donde mejor vuela es en las mesetas abiertas, como en Castilla, mientras que aquí el azor o el gavilán son más apreciados porque su vuelo es más zigzagueante y apropiado para volar en zonas boscosas”, remarcó Mogreda. Mientras, en el recinto agrícola los baserritarras mostraban con orgullo sus productos, especialmente los de temporada como las lechugas, las escarolas las berzas o los puerros. “La verdad que con el tiempo que hemos tenido la producción ha sido baja pero de buena calidad”, señaló la baserritarra Edurtzeta Atutxa.