Con tres certeros balazos: mañana, el lunes de la próxima semana y el de la siguiente, Bruma Negra escribirá su edición de 2020. Será virtual, sí; tendrá menos actividad, también, pero seguirá siendo el momento en el que Plentzia se convierta en el escenario del crimen, del misterio, las conspiraciones, las tramas oscuras... Estos encuentros con la novela negra como protagonista son únicos en Bizkaia y el coronavirus no podía doblegarlos…Sí los ha condicionado, porque no habrá charlas de escritores con presencia de público en Goñi Portal, ni tampoco la exposición que suele acompañar a estos diálogos. En su lugar, se han grabado tres vídeos con seis autores, en total, que se irán emitiendo los tres próximos lunes (mañana, el día 29 y el 6 de julio), a través de diversos canales como el Facebook del Ayuntamiento de Plentzia. “Curiosamente, teníamos previsto adelantar las fechas de los encuentros por la Eurocopa, pero cuando estábamos a punto de anunciar la programación, empezó la pandemia y paramos todo; estuvimos esperando hasta ver las cosas más claras, barajamos retrasarlo, pero… ¿cuándo lo pones? Porque julio son fechas complicadas… Así que lo descartamos y optamos por una versión digital”, reconocen desde la organización. “Además, los amigos nos decían: Pero algo haréis, ¿no? O ¿qué vais a organizar?”, añaden.

Las grabaciones, realizadas en distintos lugares de la villa de Uribe Kosta, girarán en torno a distintos temas: las novelistas Noelia Lorenzo Pino y Laura Balagué hablarán sobre las mujeres en la novela negra, con Jokin Ibáñez, redactor de Calibre.38 como moderador; Jon Arretxe y Aritza Bergara debatirán sobre el reto de la novela negra en euskera, con Noemí Pastor, también de Calibre.38 guiando la conversación; y el último vídeo llevará por título Entre el thriller y la novela negra y contará con la participación de Mikel Santiago y José Javier Abasolo, con la intervención de Juan Mari Barasorda. Por lo que los encuentros noir tendrán muchos argumentos en una atmósfera lúgubre que será distinta, pero amoldada a la situación.

La salida

“No había otro remedio. Se está suspendiendo todo y es una pena, así que había que buscar la manera de hacer algo y así salvar este año, porque si no, se rompe una cadena que ya se había roto antes, porque Bruma Negra había empezado de una manera muy fuerte, con grandes escritores, con lo mejorcito, y se había retomado otra vez con mucha fuerza y cada vez con más éxito. Apenas hay nada igual en el País Vasco y Plentzia ha llenado ese hueco. El año que viene seguirá con la misma fuerza”, reflexiona el escritor basauritarra Jon Arretxe, que alude a los primeros capítulos de esta cita, un proyecto cultural que comenzó su andadura en 1992 y 1993 y que fue recuperado en 2015. “Es el referente en Bizkaia en el ámbito de la novela negra, no hay nada dedicado de manera exclusiva al género en nuestro entorno más cercano. Te da la oportunidad de conocer a otros autores que están trabajando en el mismo terreno que tú, por lo que puedes tejer redes con personas que habitualmente, como tú, están trabajando de forma solitaria, y estos encuentros con el público y con colegas son fundamentales”, considera Aritza Bergara.

Es ese contacto, precisamente, el que echa en falta Arretxe, por eso, él seguirá defendiendo el tú a tú presencial, por mucho que estas nuevas fórmulas de comunicación puedan haber llegado para quedarse. “A mí, me parecen frías, yo necesito el contacto directo: las miradas con la gente, sentir la complicidad en el público, en los compañeros de mesa”, opina Arretxe. El confinamiento frenó en seco todo ese calor y en el caso de Arretxe, hasta secó su escritura. “Yo soy de Basauri, pero vivo en Arbizu, un pueblecito de Navarra de 1.000 habitantes. No he podido escribir nada de nada porque como tengo dos críos… Ahora ya me escapo de casa y voy a la biblioteca a Alsasua. Pero lo he pasado muy mal”, comenta. Ahora sus dedos ya están dando forma a “otra novelita para niños” y con ella será la tercera vez que se aleje del género negro.

Mientras tanto, Bergara fue lanzando durante la cuarentena capítulos de su último trabajo: Manos ensangrentadas, que presentará en Bruma Negra. “Esta novela la tenía escrita ya y durante el confinamiento fui corrigiéndola y, diariamente, colgaba capítulos y los difundía por redes. La gente se fue enganchando y me pidió que saliera en papel. Mi idea inicial era distribuirla solo on line, para que fuera distinta, como reflejo también de la situación, pero ya que la gente me ha animado, saldrá también en papel”, concluye.