Amorebieta-Etxano - La memoria más reciente de Amorebieta recogida en un trabajo audiovisual de 47 minutos. Bajo el título Zornotzarra naz eta harro nago, este es laborioso documental realizado por la productora local Pausa Digital y dirigido por Maite González, se estrenó la semana pasada en el Zornotza Aretoa. Con el propósito de abordar el patrimonio inmaterial de Amorebieta de una forma cercana, un total de cuarenta entrevistados han narrado sus recuerdos que parten desde los últimos años del franquismo hasta hoy en día. “Ha sido un reto porque plasmar en un documental los cuarenta últimos años de la historia de Amorebieta es complicado. Sin duda alguna ha sido bonito investigar, aprender y conocer cosas entorno a tu pueblo”, reconoció satisfecha la directora del trabajo.

Tras un año para su producción, mediante diversos testimonios de zornotzarras de diferentes ámbitos, el documental recuerda cómo se vivía en aquella época la cultura, la identidad zornotzarra, el euskera y la política, entre otros, y cómo ha ido cambiando el municipio hasta hoy en día. Para conseguirlo, a los protagonistas se les dividió en una quincena de grupos temáticos (urbanísticos, político cultural, social, deportivo, etc.) y se organizaron diferentes tertulias con la idea de obtener experiencias vividas en primera persona.

“Se trata de una radiografía bastante completa de la historia de Amorebieta. En los últimos años del franquismo hubo muchos movimientos e inquietud por salir de esa oscuridad. La gente cuando vio una grieta de luz luchó con muchísima ilusión por hacer y recuperar numerosas cosas perdidas y prohibidas entonces; ese es el eje central de este trabajo donde aprovechamos de alguna manera para homenajear y dar gracias a toda esa gente ya que gracias a ellos tenemos lo que tenemos”, explicó Zigor Ayarza, responsable de Pausa Digital y encargado del montaje del documental.

Entre los participantes se encontraron cuatro de los cinco alcaldes que ha tenido Amorebieta-Etxano en la democracia. Todos a excepción del difunto Enrique Rekalde. Así, se reunieron Alberto Gurtubai, Bego Azarloza, David Latxaga y el actual primer edil, Andoni Agirrebeitia, con el propósito de aportar sus experiencias y realizar un pequeño repaso de la evolución del municipio. “Sin duda, Amorebieta-Etxano tiene identidad propia y con este proyecto se pretende recoger y socializar el orgullo de pertenencia. Entre todos hemos sido capaces de construir un municipio con personalidad, con carácter y sobre todo con futuro”, explico con orgullo Agirrebeitia.

En el apartado cultural, tampoco faltaron Joxe Mari Agirre, fundador de Udabarri; Joserra Martínez e Iñaki Egiluz en representación de Markeliñe Antzerki Taldea; y Andoni Iturbe, de la Coral. Todos ellos destacaron el “importante” papel que ha jugado la cultura en el crecimiento del municipio. “Se ha notado una gran evolución; recuerdo cuando nosotros estrenábamos algún espectáculo lo hacíamos en la cancha de baloncesto de Ixerbekoa y ahora hay un teatro con unas condiciones maravillosas y programación habitual”, apuntó Joserra Martínez.

El documental también recoge los testimonios de personas que formaron parte de la comisión de las primeras fiestas después de la dictadura como Iñigo Artetxe, Ander Uriarte, Luisja Ugarte y José Javier Lacalle Laka. “El debate tuvo mucho interés porque la comisión la compusimos personas de diferentes generaciones. Lo que quedó claro es que el acontecimiento cultural por excelencia en el municipio han sido y son sus fiestas”, aseguró Luisja Ugarte, jubilado desde el pasado mes de octubre, el zornotzarra sacó hace 30 la plaza de animador cultural. Los entrevistados del mundo deportivo son José Mari Guisasola (capitán cuando la Sociedad Deportiva Amorebieta ascendió a Tercera división), Joxe Etxebarria (Presidente del Zornotza Saskibaloi Taldea), Iñigo Larruzea (presidente de la Sociedad Ciclista Amorebieta) y Juanjo Andérez (en representación del Club Deportivo Zornotza de Atletismo). La importancia de los medios de comunicación también queda reflejada en el proyecto audiovisual con testimonios de Jabi Atutxa, responsable desde hace 27 años de Hilero Zornotzan.

Junto a él, dos octogenarios de la Sociedad Artístico Cultural Zornoza, Pedro Juan Arana y Gabi Azkuna, que en pleno franquismo editaban una revista local llamada Sirimiri Zornozano. “La experiencia ha sido muy enriquecedora, han hecho un gran trabajo con el documental para explicar cómo se dio la transformación del pueblo”, aseguró Atutxa, añadiendo con nostalgia que “todavía” recuerda “aquellos inicios del papel y boli; es increíble el cambio que ha sufrido la comunicación”.

Mención especial para la gastronomía con cuatro chefs que reflejan la evolución de la cocina en el municipio zornotzarra. Los veteranos Juantxu Larruzea y Bego Azketa (restaurante Juantxu y el Cojo, respectivamente) compartieron tertulia con la nueva generación representada en Eneko Atxa y Beñat Ormaetxea.

Emotivo también el recuerdo a personas que ya no están pero que jugaron un papel fundamental en el desarrollo del municipio. Fue el caso del montañero Andrés Espinosa. Para hablar de sus hazañas, el documental recoge la entrevista al presidente de Zornotza Mendi Taldea, Igor López. También se quiso ensalzar la trayectoria del pintor Enrike Renteria y nadie mejor que su hija para hacerlo o el juego del palista Amorebieta IV que fue alabado por Andoni Eguzkiza, presidente de Lagun Onak Pilota Elkartea. Otro de los grandes logros ha sido convertir el conocido himno Altza gaztiak!, cántico que se le hizo al equipo de fútbol y que se toca todos los años en la tanborrada, en la banda sonora del documental. Todo ello gracias al Ruper Lekue, director de la Escuela de Musika, que realizó una nueva versión con arreglos para piano.

50 horas de material Fue en una semana de intenso trabajo cuando se grabaron todos los testimonios. Con más de cincuenta horas de material, “lo más complicado, como siempre, ha sido resumir todo el contenido que disponíamos en 47 minutos”, reconoció Zigor Ayarza. Otro de los grandes atractivos del trabajo son las escenas de la época y fotografías antiguas que recoge. “Son imágenes de súper 8 que hemos ido recuperando de camarotes y de personas que muchas veces no sabían ni lo que había en esas bobinas. El espectador agradece muchísimo ver cosas de cuando era pequeño como los columpios donde disfrutaron en su infancia”, puntualizó el responsable del montaje.

Contentos con las críticas recibidas del documental, los encargados de su realización dejarán una serie de copias en la biblioteca con el objetivo de que todas las personas interesadas puedan visualizarlo. En este sentido, Maite González y su equipo no descartan la posibilidad de volver a proyectarlo. “Al parecer mucha gente se ha quedado con ganas de verlo y nosotros estaríamos encantados de volver a proyectarlo”, aseguró la directora.