Queda menos de una semana para que Olentzero llegue cargado de regalos, y Bilbao ha vivido el último fin de semana antes de Nochebuena con largas colas, porque la noche del 24 de diciembre no es una noche cualquiera. Tanto establecimientos de comida como jugueterías o comercios en los que comprar un detalle a menos de una semana de la celebración de Navidad han vivido este sábado avalanchas de gente para llegar al próximo sábado noche con todo preparado al milímetro.

El bacalao de Bacalao Eguino es un habitual en prácticamente todas las comidas y cenas navideñas. Lleva varios días teniendo colas en todas sus tiendas y el último sábado antes de Nochebuena, no iba a ser diferente. Una fila de personas esperaba este sábado frente a la tienda del Casco Viejo para completar su menú. Ander Martín ha sido uno de los que han estado esperando a comprar "las mejores tajadas de bacalao". "Me gusta venir todos los años a elegir las tajadas personalmente, la verdad es que es una maravilla poder decidir cómo quieres que sean las raciones, hacemos bacalao a la vizcaína para todos en Nochebuena, es una tradición", contaba mientras esperaba a ser atendido.

Aunque queda menos de una semana para Nochebuena, Martín considera que acudir a por el bacalao "no es ir a última hora". "A última hora sería el jueves, me parece que estoy viniendo hasta muy pronto", contaba. El tiempo de espera no ha sido para él un inconveniente, ya que explica que "sí hay colas, como todos los años, aunque me esperaba más, imagino que el jueves habrá más todavía; vendrán aquellos que no quieren congelar".

Sin embargo, no todos los que este sábado se han acercado al Casco Viejo a ultimar sus compras estaban tranquilos y cómodos con las aglomeraciones que ello supone. Santiago Ramírez ha tenido que bajar "apurado" a por un regalo para su mujer del que hace muy poco se había enterado que quería. "Los últimos días siempre hay colas, eso es algo evidente, y a mí como no me gustan nada las hago siempre antes. Hoy he tenido que bajar a comprarle un detalle a mi mujer, que me ha dicho hoy la hija que lo quería y estoy muy apurado por tener que hacerlo a tan pocos días, imagínate que no lo encuentro hoy, luego entre semana yo trabajo a turno partido en Zamudio, no podría comprarlo", apuntaba intranquilo.

Aunque Ramírez aseguraba que hay momentos clave para bajar a hacer compras en época de aglomeraciones para poder realizarlas sin colas: "hay que saber bien a qué hora bajar, a primera hora de la tarde, cuando todos echan la siesta, es el mejor momento par venir, si no te comes una colas que son inaguantables".

Cambios por el covid

Ane Rodríguez, por su parte, aseguraba que acudía este sábado a por croquetas en Lautxo porque "son las favoritas" de su sobrina. "He bajado hoy porque me acabo de enterar que al final mi sobrina sí que va a poder venir tras siete días en casa esperando a ver si podía o no por el coronavirus; al final las dos pruebas han sido negativas y podrá venir con nosotros, por eso no pueden faltar las croquetas de gambas y setas de Lautxo, que le encantan", explicaba.

"Los demás nos conformamos con cualquier cosa, pero a las pequeñas hay que darles lo mejor. Aunque haya cola la espero de mil amores, sales de casa y sabes lo que va a haber, son fechas en las que sabemos que habrá colas pero todo se hace con otro talante, con más ilusión", añadía.

Asimismo, apuntaba que "siempre" adelanta las compras. "Para navidad tenemos sopa de pescado y entrantes. Los regalos, Olentzero se ha encargado de cogerlos con antelación porque no quiere que nadie se quede sin su regalo más esperado. En casa hemos sido buenos así que llegará lo que hemos pedido, yo creo".

Desde la llegada del coronavirus hay familias que han cambiado la forma de celebrar las navidades, es el caso de Reme Sánchez, que ha bajado a hacer unas compras a Bilbao. "Este año no nos juntamos con los primos, algo que sí que hacíamos antes, pero desde el covid ya no, por si acaso, aunque somos 13 igualmente, somos bastantes pero es que nos estamos relacionando todas las semanas entonces separarnos en estas fechas tampoco lo veo", explicaba. Sánchez apuntaba que "es estresante hacer las compras a una semana, a mí me gusta tenerlo todo atado y bien atado".

Los comercios, sin embargo, no han sido los únicos en estar abarrotados. Las atracciones navideñas para los más pequeños del Muelle de Ripa y El Arenal como el tobogán y la pista de hielo ecológico, en las que las entradas estaban agotadas, han tenido también largas colas.