Bajo los conceptos de ruina, cuerpo, casa y ciudad 25 artistas han plasmado en sus obras lo que ha supuesto el covid en la vida: en los aspectos económicos, sociales, políticos... Sus trabajos son un "Soplo" tras la "Tras la tormenta" que en forma de pandemia nos cambió la vida hace casi un año.

Los trabajos quieren mitigar el zarpazo que la crisis ha causado en la ciudad llenando con arte cuatro sedes de Bilbao: el edificio del Ensanche, el Euskal Museoa-Museo Vasco; el Yacimiento de la Plaza Corazón de María y el Centro Municipal de Distrito de Abando en las que desde mañana la cultura vuelve a ser protagonista. "Es un momento histórico coyuntural porque tenemos que pensar que vamos a salir". En ese empeño el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, mantiene firme su compromiso de apoyar a la cultura y este proyecto presentado ayer en el atrio del Ensanche se sitúa en el marco del primer Plan Bilbao Aurrera.

La cultura ha sido de uno de los sectores más resentidos de la pandemia pero precisamente por ello se ha evidencia la necesidad de un mundo en el que las artes en todas su expresiones estén presentes. "Una civilización no se desmorona como un edificio€ se vacía poco a poco de su sustancia". Por eso, para Juan Zapater, director de la Fundación Bilbao Arte, "el fundamento de Soplo se propone y se empeña en mitigar eso que provoca la imagen de la ciudad vaciada".

Zapater señala que "en todos estos trabajos habita un gesto de resistencia y sobrevive un impulso vital. Con ellos se establece un paseo jalonado por 25 testimonios".

Los 25 proyectos han sido seleccionados de un total de 128 propuestas por un jurado formado por Andrea Estankona, Aimar Arriola y Maite Martínez de Arenaza. "Huyendo de aproximaciones literales y favoreciendo respuestas plásticas y formales complejas reflejan lo que ha originado la pandemia", explican.

CIUDAD Y RUINA

En el Ensanche se runen los trabajos en los que aparece la idea de Ciudad como espacio público, arquitectura, lugar, calle transacción pero también los tránsitos, encuentros, intercambiosTaxio Ardanaz, Los picoletos, Imanol Marrodrán, Helena Goñi, Mar Torre, Beatriz Sánchez y David Hornback.

En los arqueológicos del antiguo convento de San Francisco las obras de Juan Pablo Ordóñez, e Ismal Iglesias, M.Benito Píriz y María Ibarretxe y Susana Talayero apuntan a la idea de ruina en cuanto a vestigio, resto, pero también distopía, anti-monumento, duelo y precariedad.

CASA Y CUERPO

Sobre la idea de Casa, en sentido literal y metafórico, como hábitat, escena, intersticio, umbral, mediación entre el adentro y el afuera, lugar de ensueño orbitan en el Museo Vasco las obras de Charo Garaigorta, Irune Orbea, Javier Rodríguez Pérez-Curiel, Malú Arbide, Mikel Erkiaga e Iván Gómez.

El último eslabón de la exposición rune los trabajos de Jone Elorriaga e Izaro Leregi, Santiago F.Mosteryrín, Karlos Martínez B., Eduardo Sourruille y Pablo Marte bajo la idea de Cuerpo y nociones asociadasde tacto, deseo, gesto afecto, fisicidad y caída.