Con la movilidad restringida tanto a nivel local como mundial, no es ningún secreto que uno los sectores más golpeados por la crisis sanitaria está siendo el turístico al no tener margen de maniobra para arrancar. De los 27 hoteles de Bilbao de tres, cuatro y cinco estrellas aún permanecen cerrados catorce. Algunos de ellos, seis, abrieron el pasado verano con la esperanza de poder llegar a una normalidad, pero la cruda realidad les empujó a cerrar. Mientras tanto, los trece establecimientos que permanecen abiertos subsisten a duras penas, con ocupaciones que en el mejor de los casos llegan al 28%. "Seguimos viviendo gracias a que los ERTE existen. Pero es una herramienta que si en su día fue un gran acierto ahora resulta insuficiente", valora Álvaro Díaz-Munío, presidente de Destino Bilbao -asociación que engloba a los hoteles de la villa-, quien revela que están pendientes de la evolución del proceso de vacunación, ya que de ello dependerá las perspectivas de futuro.

La asociación celebró el viernes una reunión telemática para ponerse al día. "En los últimos cuatro meses nadie ha conseguido una ocupación superior a un 28%. Y los precios medios en los que nos estamos manejando son ridículos", expone Díaz-Munío, quien indica que los responsables de varios hoteles afirmaron que cerraron enero con un 12% de ocupación. Las cifras las corrobora Ignacio Gutiérrez, director del Hotel Domine, que lleva cerrado prácticamente un año, en base a la experiencia del Hotel Miró, perteneciente a los mismos propietarios, y que sí está abierto. "Desde el cierre perimetral las ocupaciones no llegan al 10%. Son cinco de las cincuenta habitaciones que tenemos. Para eso necesitas mínimo cuatro o cinco personas en recepción más una persona que limpie las habitaciones. Es un desastre", afirma.

La última estocada ha sido la imposibilidad de moverse entre municipios. "Es inviable llenar las habitaciones", asevera Gutiérrez. "Solo se permiten los viajes de trabajo y cuando llega el fin de semana desaparece el cliente que tiene los permisos para venir", explica, por su parte, el presidente de la asociación, quien indica que este último fin de semana, "puntualmente", habrán podido tener alguna reserva más por motivo de San Valentín. "Pero los sábados y domingos nos encontramos con que aparece la juventud dispuesta a organizarse sus botellones en nuestras habitaciones. Ahí nos enfrentamos a otros problemas", revela.

Perspectivas

Uno de los hoteles que continúa al pie del cañón desde mediados mayo es el Hotel Ercilla. "Fuimos el primer hotel en abrir en Bizkaia y seguramente de los primeros del Estado", afirma su director, Iñaki Etxeguren, quien admite que la situación ha sido "complicada". Según revela, fueron "pioneros" en implantar y desarrollar los protocolos de seguridad para el sector con los que generar confianza en la clientela. "Todos los hoteles que estamos abiertos lo hemos conseguido. Somos espacios en los que las condiciones de seguridad se están cumpliendo bien", asegura Etxeguren. No obstante, espolear la llegada de clientes en este caso depende más del final de las restricciones. "La normalidad va a tardar en volver, la veíamos más cerca en los meses de verano. Sin embargo, el resto del año se ha visto el pozo de la situación que se está viviendo hoy", expone el director del Ercilla.

De hecho, considera que de momento la "incertidumbre" es máxima. "No hay un horizonte temporal a partir del cual se pueda decir que habrá una mejora continuada", considera. Ignacio Gutiérrez menciona la posibilidad de que la Eurocopa se juegue en Bilbao y con público como el aliciente necesario que los impulsaría a una posible apertura del Hotel Domine. Álvaro Díaz-Munío también se atreve a mencionar algunas fechas señaladas en el calendario del sector: "Somos realistas y tenemos claro que la Semana Santa no es un objetivo hoy por hoy. Con mucha suerte llegaremos al verano. Todo a expensas de ver cómo evoluciona el proceso de vacunación, que es de lo que está pendiente todo el sector a nivel internacional".

En ese sentido, asegura que no solo afecta que las fronteras más cercanas estén cerradas, sino también las que delimitan los países. "Aunque se abrieran mañana eso no implicaría que estaríamos abiertos al mundo, porque el resto del mundo también tiene sus propias fronteras cerradas o los motivos de sus viajes están muy limitados", explica el presidente de Destino Bilbao. "Nos va a costar muchos meses ver que las aerolíneas se ponen a funcionar", expone Díaz-Munío, quien evidencia que muchos de los hoteles de la villa, principalmente los de mayor categoría, dependen del cliente extranjero. "El propio sector tiene unos tiempos. Los hoteles no se llenan de un día para otro", agrega Iñaki Etxeguren, quien dentro de los aspectos positivos indica que Bilbao puede tener alguna ventaja como destino: "Las ciudades que no se corresponden con el turismo masificado pueden generar más confianza e ir un paso por delante a la hora de recuperarse".

Los ERTE

Aunque aplaude el ERTE por fuerza mayor en el que se cobijan, el presidente de Destino Bilbao refleja que "ello no implica que las empresas no estén pagando por cada uno de sus trabajadores, aunque sea a un coste menor". Gutiérrez emplea la palabra "penuria" para describir la situación de los hoteles que estando cerrados al tener que afrontar obligaciones y pagos. "En el Domine tengo a noventa y pico empleados en ERTE. Se habla mucho de los bares, pero en el hotel más pequeño necesitas una plantilla de veinte personas", describe. Conocedor de esa situación, Díaz-Munío asegura que la fecha hasta la que han prolongado los ERTE no será suficiente. "Pedimos una ayuda más directa a los que se nos exigió cerrar. Las instituciones no están siendo en absoluto realistas. Saben que hay varias cadenas hoteleras que han quebrado", expone el responsable de Destino Bilbao, quien prevé que esta situación se alargará durante "muchos meses".

"Las instituciones no están siendo realistas; saben que hay varias cadenas hoteleras que han quebrado"

Presidente de Destino Bilbao

"En el Domine tengo a noventa y pico empleados en ERTE; en el hotel más pequeño necesitas 20 personas"

Director del Hotel Domine

"No hay un horizonte temporal a partir del cual se pueda decir que habrá una mejora continuada"

Director del Hotel Ercilla