Vinculado a Bilbao por los estudios que realizó junto a Javier Barroeta, Antonhy Sánchez ha colaborado con BilbaoCentro en la iniciativa, en la que también participa DEIA, de crear un modelo inspirado en la capital vizcaina.

¿De dónde surgió la inspiración para diseñar un look bilbaino?

—Nací profesionalmente en Bilbao y siempre me he vinculado con toda la fuerza que tiene la ciudad. Al vivir 9 años en Bilbao, toda la esencia del diseño, el carácter de la ciudad quedó grabado en mi memoria y es parte de mis inicios en la alta costura. Es muy fácil vincular la ciudad de Bilbao a los diseños que hoy hago. Trato de incorporar esa esencia del metal hasta la modernidad de hoy en día.

Ahora se encuentra en Barcelona, ¿nota diferencias?

—En la calle en Barcelona ves mucha diversidad. Bilbao es una ciudad muy elegante y se mantiene mucho esa línea de Europa, de carácter clásico. Echo de menos esa parte de elegancia que tiene Bilbao.

En la actualidad, ¿hacia dónde está enfocando su trabajo?

—Estamos en trece países en editoriales de las mejores revistas de moda. Estoy preparando la colección primavera-verano 2021. También tengo algunas colecciones para un proyecto que quiero hacer para algunas marcas a nivel internacional. Estoy sin parar porque la moda es trabajo.

¿Qué supone el trabajo a nivel internacional?

—Tengo una capacidad de adaptación maravillosa. He viajado y vivido en diferentes ciudades, es muy fácil. Supone una responsabilidad cuando trabajas con otros compañeros. Me siento responsable de ello. Sobre todo en estos momentos tan complicados, tienes que mantener una energía, ser fuerte para que tu equipo de trabajo no desmaye.

Colecciones, editoriales... ¿es diferente la preparación?

—No hay diferencia porque cuando se hace una prenda, se trata de armar un look. Si es un desfile de alta costura sí que hay diferencias. Si es un desfile que estamos presentando prendas más comerciales va muy de la mano con las revistas porque la gente quiere ver algo que sea ponible. A la gente le gusta también la alta costura porque atrae esa inquietud por ver de dónde sale la moda comercial. Abre puertas para hacer un traje de novia, de fiesta€

Es un ritmo trepidante...

—En los atelieres no hay límites, siempre estamos creando. Desde lo más básico hasta las prendas más elaboradas, como un vestido de novia.

¿Qué piden los clientes?

—Saben cuáles es el estilo que manejo y siempre vienen con alguna idea y lo quieren llevar para un evento especial. Les digo que no vamos a copiar eso sino que vamos a reinterpretarlo y llevarlo al cuerpo, personalidad del cliente. Hacemos una prenda diferente a la que tenían en mente. Es una prenda única, no es un patrón que se repite. De todas las prendas que he hecho ninguna se ha repetido.

¿Es importante aconsejar?

—El asesoramiento es muy importante, es plus que tenemos. Podemos estar en una visita 3-4 horas con un cliente. Conocemos a la persona para crear la prenda más adecuada para ella.

"A la gente le gusta la alta costura porque atrae la inquietud por ver de dónde sale la moda comercial"

"A mis clientes les digo que no vamos a copiar la prenda, sino a reinterpretarla para llevarla a su personalidad"